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El último adiós de Guillermo Núñez, el “volcán sudamericano”

El 24 de mayo se anunció el fallecimiento del Premio Nacional de Artes Visuales y figura fundamental de la cultura nacional. Este jueves y viernes se llevó a cabo su velorio en el MAC, con la presencia de familiares, amigos y colegas.

Catalina Araya

  Viernes 24 de mayo 2024 18:37 hrs. 
Velorio del artista Guillermo NuñezVelorio del artista Guillermo Nuñez

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Hace exactos 53 años, Guillermo Núñez, figura crucial de las artes chilenas, cruzaba el amplio umbral del Museo de Arte Contemporáneo (MAC) en su sede del parque Quinta Normal con un cargo que hacía justicia a la robusta carrera que por entonces cargaba. Antes de asumir como director del MAC en 1971 durante el gobierno de la Unidad Popular, Núñez ya era reconocido como un creador nacional imprescindible. Para entonces, había pasado por las escuelas de Teatro y Bellas Artes de la Universidad de Chile y por varias ciudades de Europa. Y en unos años más, sería apresado por las fuerzas de la dictadura cívico militar y exiliado de Chile, en dos episodios que marcaron profundamente el curso de su arte.

De hecho, fue en una de esas paradas, específicamente en Praga, cuando cursaba sus estudios en la Escuela de Artes Aplicadas, que un profesor le entregó el apodo del “volcán sudamericano“. Una denominación que, aunque con un poco de pudor, Núñez acogió con cariño. Así lo explicó hace un par de años, en una entrevista con Radio y Diario Universidad de Chile, en el marco de una exposición en el MAC que adoptó el mismo nombre. 

“El título me costó mucho aceptarlo, pero ellos se entusiasmaron con la idea. Es halagador, pero es una anécdota curiosa. Ese nombre me lo puso un profesor en Praga. Trabajaba mucho haciendo grabados, obras, pintaba y dibujaba. A diferencia de la manera como se enseñaba en esa escuela con una lentitud impresionante: trabajar con un solo grabado y no buscar. Yo estaba buscando, buscando siempre. No sé si el profesor lo dijo con sorna o como un piropo el que yo era un volcán sudamericano. Quizás también era una manera un poco divertida, o distorsionada, de compararnos con más entusiasmo que sabiduría“, dijo con una sonrisa.

Este viernes, tras su fallecimiento el pasado jueves 23 de mayo, fue esa misma institución la que abrió sus puertas para recibir sus restos y homenajear, junto a su familia, colegas y amigos, la vida y obra de uno de los artistas fundamentales de nuestra historia. Tanto por los años en que llevó su dirección como por la constante recepción que el espacio hizo de sus obras y exposiciones es que solicitó, en vida, ser velado en el MAC. Así lo comentó a nuestro medio su hijo menor, el vestuarista y escenógrafo Pablo Núñez.

“Mi papá está aquí en el MAC a petición personal. Para él, este museo era súper significativo. Él se formó en la Universidad de Chile, hizo una donación importante hace pocos años, y siempre lo sintió como su casa. Así que cuando le preguntamos hace un tiempo dónde quería ser velado ante cualquier eventualidad, él pidió que fuera aquí”, compartió con emoción desde el Parque Forestal, donde estuvo acompañado de su hermano Pablo y la escritora y crítica Soledad Bianchi, compañera de su padre.

Velorio del artista y Premio Nacional de Artes, Guillermo Nuñez

Velorio del artista y Premio Nacional de Artes Plásticas, Guillermo Nuñez

Daniel Cruz, actual director del museo, fue una de las personas que desde lo profesional -y también en lo personal- pudo compartir muchísimo con Guillermo durante sus últimos años de vida. Para él, el impacto y legado del artista en la institución será permanente.

Él era una persona muy cercana a todos, y creo que hay un vínculo con la Universidad de Chile, que fue su casa de estudios, tanto en Teatro como en la Escuela de Bellas Artes, que fueron los lugares donde pudo desarrollarse. Recuerdo mucho sus palabras cuando hicimos una inauguración en la sala Guillermo Núñez, acá, en el segundo piso, a finales de la pandemia. Él quería estar con las personas pero era muy complejo por el virus, y entonces hizo un video. Allí, decía que nuevamente venía a comparecer frente al público, frente a todos, como cuando vino a hacer su examen de ingreso a la Escuela de Bellas Artes”, expuso.

A medida que avanzaba la jornada, el hall principal del MAC comenzó a repletarse con más y más gente que, lejos de rotar, se dispusieron a esperar pacientes por varias horas el comienzo de la ceremonia organizada por la institución, y que contó con la presencia de autoridades, colegas, amigos y familiares de Núñez. A penas unos minutos después de las 10:00 de la mañana, Jorge Coulón, músico y miembro fundador de Inti Illimani, subía las antiguas escaleras blancas del museo para sumarse a esta despedida.

Allí, compartió su emoción en torno al homenaje llevado a cabo durante estos días, además de compartir algunos detalles de la amistad que forjó con Núñez durante el exilio que compartieron en Francia.

Es una relación de compañeros, sobre todo. De larga militancia común. También compañeros de exilio. Y en mi caso personal, y creo que también de Inti Illimani, de una relación en el exilio también con su familia. Con su hermana María Angélica, actriz, que tuvo que exiliarse en Canadá y nunca regresó. Es una mezcla de sensaciones nacionales, institucionales y personales. El arte nacional y el país debería reflexionar por qué estos viejos que se nos están yendo tienen esta raigambre profunda con la historia de Chile. Qué ha pasado ahí con el arte, con las instituciones”.

Un artista integral

En uno de los extremos del museo -y a los costados de su ataúd- se alzaban una serie de artefactos y pinturas hechas por el artista que, en su diferencia, develaban una de las características más grandes de su obra: Guillermo Núñez, lejos de ser un artista encasillable, era un ser humano profundamente multifacético.

Cuadros, objetos intervenidos, poesía y diversos tipos de grabados eran sólo una parte de los tantos soportes que experimentó durante su trayectoria. Y en esa variedad de lienzos, el teatro también jugó un rol fundamental. Así lo recordó Cristian Keim, actual director del Teatro Nacional Chileno (TNCH) que estuvo desde temprano acompañando al círculo más íntimo del artista.

Él es una de las piedras angulares del diseño teatral chileno. Su obra más conocida tiene que ver más bien con el mundo de la plástica y con las artes visuales, pero su casa de origen es el TNCH. Allí diseñó obras emblemáticas como ‘El perro del hortelano’, y que esos vestuarios patrimoniales de la universidad y del teatro van a ser exhibidas pronto en este museo. Es una relación muy profunda y cariñosa de muchos años. Hablaba con Pablo hace poco y me contaba que su papá siempre decía ‘esa es mi primera casa’. Tenía varias, pero la de origen está en el mundo del diseño teatral, en el desarrollo de esa época gloriosa del teatro chileno que tenía como sede central la sala Antonio Varas”, indicó.

Esa pasión además, contó Keim, se hizo extensiva a su familia, y el trabajo hecho por Pablo Núñez junto al TNCH es una muestra de aquella fundamental herencia: “Siempre fue una referencia, y se refleja ahora en la obra que tenemos en cartelera, ‘Quién le teme a Virginia Woolf‘, diseñada por su hijo Pablo. En el desarrollo de este proyecto, por ejemplo, Pablo nos decía ‘yo me acuerdo cuando llegaba aquí, mis primeros recuerdos en este lugar son de los 6, 7 años, porque acompañaba a mis papás a hacer teatro acá, y pasaba muchas horas en camarines’. Hay una relación que es de admiración artística, pero que también es familiar“.

Pero hay otra cosa que dejó en evidencia la ceremonia realizada en el MAC, y que es el profundo y genuino cariño que Núñez dejó en cada una de las personas que compartieron con él. Es en ese sentido cuando más relevancia cobran las palabras de su hijo, que lo definió como un “pintor social”.

“Esa es una de las razones por las que él pidió ser velado acá. Porque para él era muy importante la gente, todos los seres humanos, la gente del pueblo y de todo Chile. Mi padre fue un pintor social, consecuente hasta las últimas consecuencias siempre. Y yo le tengo un profundo respeto por eso, además de la admiración y del cariño que le tengo como hijo, porque era un padre adorable”, destacó.

Es por eso que, pasadas las 13.00 horas, el MAC desbordaba de afecto gracias a los cientos de personas -entre ellas, los artistas Mono González, Isabel Parra, Luis Poirot y Patricia Rivadeneira– que llegaron a dar su último adiós a una figura que promete ser eterna.

Rosa Deves, rectora de la U. de Chile, en el velorio del artista Guillermo Nuñez

Rosa Devés, rectora de la U. de Chile, en el velorio del artista Guillermo Núñez.

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