En una entrevista con el medio Pagina 12, el ex vicepresidente de Bolivia , Álvaro García Linera, repudió el intento del golpe de estado contra el gobierno de Luis Arce y aseguró que los poderes de facto siempre latentes “sacan la cabeza” cuando los proyectos progresistas se muestran débiles. Asimismo, García llamó a reflexionar sobre el rol de los “poderes fácticos” que atentan contra los gobiernos de la región.

“En todo el mundo, en todas las democracias, hay poderes fácticos que escapan al voto. Las oligarquías empresariales, las fuerzas armadas y, en el caso de América, la embajada norteamericana”, sostuvo el exmandatario horas después del intento de golpe de Estado en Bolivia, en que el general -ahora detenido- Juan José Zúñiga intentó ingresar al Palacio del Quemado con tanquetas, lo que desató las alertas del gobierno boliviano y de presidentes de toda la región, con excepción del argentino, Javier Milei.

Asimismo, el exvicepresidente subrayó que “esos poderes fácticos siempre están ahí, al margen de la democracia” y que actúan “cuando ven debilidad en los gobiernos”.

“Ayer le tocó actuar a una facción, a un pedazo muy conservador, del interior de las Fuerzas Armadas”, dijo la ex autoridad de gobierno. En ese sentido, también descartó la versión de un posible “autogolpe”, tal como sugirió un sector del propio Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Arce y Evo Morales, a raíz de las declaraciones del diputado Anyelo Céspedes, quien acusó que todo había sido “planificado” por Arce.

Asimismo, García Linera sostuvo que este golpe se trata de “los peligros siempre latentes, que nunca desaparecen, pero que se vuelven más inmediatos cuando los gobiernos progresistas tienen dificultades, están débiles. Y quedan más silenciados cuando los gobiernos son fuertes”.

En ese sentido, sostuvo que las declaraciones del propio exgeneral Zúñiga –quien lideró la insurrección y acusó que todo fue planeado por Arce– “hay que tomarlas a título de inventario, porque ya un hombre detenido que no tiene nada que perder”.

“Esas son las fracturas internas que nos muestran débiles. Y peleas internas nos hacen olvidar enemigos mayores. Que como ayer, sacan la cabeza, asoman las orejas”, dijo con contundencia en medio de un tumultuoso gobierno de Luis Arce, mediado por una gran pelea con Evo Morales.

Por este motivo, la exautoridad aclaró que “las fuerzas progresistas tienen siempre contradicciones. Pero cuando se convierten en fundamentales, dejamos de ver al verdadero adversario que está agazapado”.