A 41 años del golpe cívico militar y el comienzo del despojo al cual fue sometida la Universidad de Chile, distintos esfuerzos buscan saldar la deuda que tiene la institución en cuanto a revelar su propia verdad de lo ocurrido durante la intervención militar. Académicos y autoridades reconocen que es hora de “hablar en voz alta” sobre el trauma que significó la persecución, muerte y desaparición de cientos de estudiantes, docentes y funcionarios, y la “limpieza institucional” que ejecutó la Dictadura con la colaboración de miembros de la misma comunidad universitaria. La Casa de Bello también tiene archivos que desclasificar.