Este domingo los ecuatorianos votan en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. A la hora de definir si Ecuador marcará el regreso del correísmo o la continuidad de la derecha, un aspecto clave será el futuro financiero del país. Desde hace dos años el cerco de la austeridad y de la deuda se ha estrechado. El ganador de la contienda tendrá la delicada tarea de enderezar una economía sobre la cual pesa la sombra de la deuda.