La idea es asegurar cuatro ejes centrales en la protección de los derechos sexuales y reproductivos que han sido impulsados durante décadas en nuestro país por el movimiento feminista.
En conocimiento del informe 2013 sobre la situación de los derechos humanos en el país, organizaciones sociales analizan los programas y promesas presidenciales en la materia, destacando la necesidad de un cambio legislativo y cultural para garantizar su protección y cumplimiento.