En medio de fuertes protestas nacionales e internacionales, el gobierno japonés anunció que este jueves comenzará a verter un millón 340 mil toneladas de agua radioactiva y contaminada, tratada en la central nuclear afectada por el terremoto de 2011.
Rusia pidió a los países de la coalición occidental que influyen sobre las autoridades ucranianas solicitarles que detengan los ataques contra la central nuclear de Zaporiyia controlada por el Ejército ruso. Ucrania culpa a Moscú de esos bombardeos.