Una segunda comisión investigadora del lucro pretende cumplir con lo que no hizo su antecesora. Esto es, dar con responsabilidades políticas y administrativas aprobadas en un informe en la sala. La nueva instancia cuenta con nuevos antecedentes a considerar, en los que confían parlamentarios y estudiantes. Estos últimos, eso sí, muestran algo de desconfianza, ya que tienen como antecedente el rechazo al informe de la comisión anterior.