El hecho se remonta a octubre de 1974 cuando Fernando Lanfranco, estudiante de la UTE de Magallanes, fue condenado y relegado a Isla Dawson. Posteriormente fue exiliado a Irlanda donde vivió los siguientes 14 años.
Se trata de un fallo contra tres dirigentes de la Central Única de Trabajadores en 1974. La medida del máximo tribunal va en la línea de anular decisiones administrativas injustas que implementaron autoridades militares como planteó la CIDH.
El tribunal capitalino dejó sin efecto los decretos dictados durante la dictadura militar que afectaron a cinco ex oficiales de la entidad castrense y revocó la decisión de primera instancia que rechazaba el reclamo de los afectados.