Este jueves en su primera Misa Crismal, el Santo Padre siguió fiel a su estilo, criticando a los sacerdotes “gestores”, que no salen a la calle e instando a la Iglesia a viajar hacia la periferia. Además reconoció una “crisis de identidad sacerdotal que nos amenaza a todos”, a la espera de lo que será su primera Pascua de Resurrección.
La petición fue elevada en noviembre pasado por el abogado de tres de las víctimas del ex párroco de El Bosque, quienes acusan al Arzobispado de Santiago de encubrir los abusos y exigen una indemnización económica.