El fútbol europeo se acerca a la implosión: doce grandes clubes anunciaron su “Superliga”, una competición privada destinada a chocar con la Liga de Campeones, lo que constituye una declaración de guerra a la que la UEFA prometió responder con duras medidas contra esos clubes y sus jugadores.
Mientras que el Real Madrid no pudo de visita en Francia, Bayern Munich y Manchester City impusieron su favoritismo ante Estrella Roja y Shakhtar, respectivamente.