Dirigida por Diego Ayala y Aníbal Cofré, la película narra una serie de conflictos desatados en el marco de las movilizaciones estudiantiles previas al 2019. Todo, en un montaje que también incluye escenas musicales protagonizadas por el trapero.
“Al espectador se le entregan pocos puntos de conexión con los personajes para que, más allá de la curiosidad, nos importe realmente lo que les sucede”.