Santiago seguirá creciendo, concentrará más habitantes y agregará una nueva periferia a los barrios y sectores excluidos de la capital. Además, denuncian que está proyectando sin considerar transporte, servicios, accesibilidad y calidad de vida. Se configuraría así un oscuro escenario para la capital, provocado por la presión de la industria inmobiliaria, casi único y principal beneficiado del nuevo Plan Regulador Metropolitano.