En un informe publicado el jueves, la ONG británica Equidem denuncia un sistema de “discriminación y explotación” que, según ella, persiste a pesar de las reformas de la legislación laboral de Catar.
“A quien no le gusten los indios, que se vaya a Bolivia”, fue lo que dijo el diputado brasileño Rodrigo Amorim, causando indignación en el pueblo boliviano. Tanto el presidente Evo Morales, como sus opositores, rechazaron las declaraciones.