El académico de la Universidad de Santiago, Víctor Salas, afirma que aunque la deuda haya subido casi 10 por ciento en 2017, llegando al mayor nivel desde que hay registro, las personas continuarán demandando bienes. Según el experto, con tal de mantener un alto estándar de vida los chilenos “no tienen miedo” a comprometerse a pagar créditos. “En 1990, teníamos un ingreso per cápita de US$4.500, pero en 2015 subió a US$24.500. Obviamente, estamos en otro nivel de consumo”, explica.