Según la Coordinadora Ambiental de El Bosque y San Bernardo, son más de 1.500 familias las que podrían verse afectadas por la llegada de la planta cementera. Desde la agrupación explicaron a nuestro medio las aprensiones que tienen frente a un proyecto que, para ellos, tendrá repercusiones tanto en el transporte dentro de la zona como en la salud de los habitantes.