¿Quién se acordará de Maribel? ¿Quién se acordará de Caridad? ¿De qué parte del crecimiento económico extraordinario de República Dominicana se sacan las cuentas para explicar que murieran así, abandonadas a su suerte? ¿Quién pagará la repatriación de sus cuerpos? ¿Acaso alguno de los que llenan páginas de periódicos defendiendo “la nación” y advirtiendo la “amenaza haitiana”? No fueron haitianos sino el olvido y la miseria los que mataron a Maribel y Caridad.