La supresión de los Programas de Prevención Comunitaria, para cambiarlos por un sistema de mayor cobertura, ha desatado cuestionamientos en torno al carácter cuantitativo que ha caracterizado al Servicio Nacional de Menores. Las organizaciones exigen saber en detalle como serán las nuevas iniciativas y reclaman que la acción directa en las poblaciones ha tenido altos indices de efectividad.