Unas 50.000 personas marcharon el martes en Sao Paulo, a donde viajó la presidenta para discutir uno de los principales reclamos de los manifestantes, el precio del transporte público. Rousseff asegura que su gobierno acompaña los reclamos contra la corrupción y el mal uso de los fondos públicos. Por otro lado, anuncia el envío de la policía de élite a cinco sedes de la Copa Confederaciones.