La Casa de Santa Marta (Domus Sanctae Marthae) es el lugar en el que reside el Papa desde su asunción en 2013. Eligió el hotel que alberga a los Cardenales por sobre los apartamentos Vaticanos, porque prefiere estar rodeado de personas.
En sus habitaciones, el Pontífice lleva una vida sencilla, aunque desde su mudanza a la residencia, el inmueble se transformó en el centro neurálgico de El Vaticano.
Y es precisamente en esa Casa, utilizada por las altas autoridades de la Iglesia Católica cuando deben atender asuntos en el Vaticano, que Francisco recibirá este viernes y durante todo este fin de semana, a Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo.
El lugar elegido no es una anécdota, sino una señal de respeto y de humildad de parte del Pontífice. Según el portavoz del Vaticano, Gregg Burke, Francisco decidió invitarlos a la residencia de Santa Marta para “pedirles perdón, compartir su dolor y su vergüenza por lo que han sufrido y, sobre todo, escucharlos en todas aquellas sugerencias que puedan realizarle para evitar la repetición de semejantes hechos reprobables”.
Según se informó públicamente, el Pontífice recibirá individualmente a las víctimas, sin límites de duración de cada entrevista, de modo que cada uno de ellos hable “todo el tiempo que sea necesario”.
Aunque en el pasado, tres Papas han ofrecido disculpas a las víctimas de abusos sexuales en distintas naciones, la situación de nuestro país ha tomado un cariz especialmente grave, debido a que el Papa pidió perdón por sus declaraciones iniciales sobre el Obispo Juan Barros, a quien se ha sindicado como encubridor de los abusos cometidos por Fernando Karadima mientras este era sacerdote en El Bosque.
Mientras Karadima fue sentenciado en 2011 por un tribunal eclesiástico a una vida de oración y penitencia, las denuncias contra Barros no llegaron a puerto. De hecho, fue nombrado Obispo de Osorno en enero de 2015, lo que generó indignación y protestas en la ciudad del sur de Chile.
En su viaje a nuestro país, el Pontífice manifestó creer en la inocencia de Juan Barros, e incluso catalogó como calumnias las acusaciones contra el Obispo.
Sin embargo en febrero, el propio líder de la Iglesia Católica decidió enviar a Chile a Monseñor Charles Scicluna, uno de los investigadores más connotados del Vaticano en materia de abusos sexuales, en una misión de escuchas a las víctimas y denunciantes de abusos.
Errores de valoración, dolor, vergüenza y perdón
Luego de recibir el informe de más de 2300 páginas que el Arzobispo de Malta redactó, Francisco reaccionó con rapidez y envió una misiva a los obispos de Chile en la que reconoció haber “incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada. Ya desde ahora pido perdón a todos aquellos a los que ofendí y espero poder hacerlo también personalmente, en las próximas semanas, en las reuniones que tendré con representantes de las personas entrevistadas”.
En el mismo documento, el Pontífice citó a los todos los obispos en ejercicio del país a Roma durante la tercera semana de mayo, ocasión en la que se dialogará, según sus palabras, sobre sus conclusiones y reflexiones del informe de Scicluna. Esto también constituye un hecho inédito, ya que es la primera vez que un Papa cita al Vaticano a la totalidad de los obispos de un país.
En cuanto a las víctimas que tendrán la cita con la máxima autoridad católica, Juan Carlos Cruz –quien ya se encuentra en El Vaticano- expresó este jueves para CNN que siente muchas expectativas de cara al encuentro. “Este Papa está haciendo algo distinto, y eso es lo que a mí me tiene con mucha esperanza. Veremos qué nos tiene que decir”, declaró.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el doctor en historia y experto en la Iglesia Católica, Marcial Sánchez, calificó el encuentro entre Hamilton, Cruz y Murillo con el Papa como histórico, calificativo que también utilizó para referirse a la carta enviada por el Pontífice a los obispos chilenos el pasado 8 de abril.
“Este Papa está marcando un hito histórico, no solamente porque invitó a estas tres personas que han sido paladines en todo este proceso que se está llevando a cabo en Chile con respecto al tema de los abusos sexuales, sino también por la misma carta que ya había enviado a los obispos invitándolos a participar en una reunión, donde efectivamente, la iglesia debe tomar decisiones a corto, mediano y largo plazo. Sí, estamos ante un hito histórico, y no solo para Chile, sino que a nivel mundial”.
El académico subrayó la humildad de Francisco I, humildad que le parece increíble tomando en cuenta, sobre todo, la ilimitada disponibilidad horaria que el Pontífice ofreció a las víctimas para poder escucharlos y así “acompañarlos en su dolor”.
Sánchez también cree que este gesto del Papa es un claro mensaje para la Iglesia Católica a lo largo y ancho el mundo, en el sentido de que se actuará con transparencia ante este tipo de casos, lamentablemente, tan comunes durante el último tiempo.
“Yo creo que el Papa, en este tema, por primera vez está golpeando la mesa con el báculo de Pedro, es decir, “no más”. El caso chileno es un ejemplo, está marcando la pauta a los demás obispados a nivel del mundo, diciendo que así se va a actuar, ¿y cómo se va a actuar?, con transparencia, con la verdad, como él dice, arrodillado frente a Cristo en la cruz, y eso, es más que interesante. Yo creo que esta es su forma de luchar si lo miramos desde la problemática de la trascendencia”.
El Papá recibirá a Hamilton, Murillo y Cruz en la residencia de Santa Marta, lugar donde él habita. Este es un hecho inédito, pues ni a los jefes de Estado que visitan El Vaticano se les invita a alojar en aquella residencia. Para Marcial Sánchez este gesto es positivo, pues claramente el Papa está dando un mensaje de cercanía y humildad que marca un precedente.
“No es normal que llegue un laico y se quede en ese lugar, no es normal porque resulta que el Papa deambula allí, probablemente sus habitaciones están muy cerca, no es un lugar grande, se van a estar viendo, por lo tanto, es una gran deferencia lo que está haciendo Francisco. Esto no es novedad, esto es histórico. Ahora, es bueno que se haga, porque de alguna u otra forma el Sumo Pontífice baja las escaleras, como en algún momento lo hizo con San Francisco el Papa de la época. Acá está pasando lo mismo”.
El académico aseguró que, con sus actos, el Pontífice bajó del púlpito para comprometerse realmente con el dolor de los otros, y para corregir, también, sus propios errores.
Luego de estos encuentros con las víctimas y, en un calendario “sin prisa pero sin pausa”, el Papa tiene considerado recibir desde el 14 al 17 de mayo a los obispos activos de Chile, y se espera que algunos de ellos envíen anticipadamente sus cartas de renuncia.