Por 105 votos a favor, 19 en contra y 12 abstenciones, la Sala de la Cámara de Diputados aprobó el acuerdo de inversiones entre Chile y el gobierno de la región administrativa especial de Hong Kong de la República Popular China, suscrito en Lima, el 18 de noviembre de 2016.
La iniciativa busca establecer un marco de protección para los inversionistas de ambas economías.
Este acuerdo fue aprobado previamente en las comisiones de Relaciones Exteriores y de Hacienda sin votos en contra, a pesar de que se ha venido planteando insistentemente la necesidad de que haya debate previo e informado en el Parlamento y con las organizaciones de la ciudadanía.
Para el integrante de la Plataforma Chile sin TLC, Lucio Cuenca, la aprobación de este acuerdo es preocupante, ya que, al igual que la actualización del TLC con Canadá, considera cláusulas que prohíben la expropiación de recursos y un mecanismo de solución de controversias que permite a las empresas demandar al Estado por eventuales pérdidas en sus expectativas de ganancia.
Lucio Cuenca, también director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, agregó que con esto se transfieren más derechos a las empresas trasnacionales a partir de que Chile debe renunciar a decisiones soberanas. Específicamente indicó, sobre temas de propiedad, tributación, acceso o dominio de los recursos naturales como el agua o minerales, y dejar amarrado a clausulas para dirimir los conflictos entre las partes más favorable para las compañías que para el propio Estado.
Cuenca, si bien criticó a los parlamentarios que aprobaron el TLC sin exigir al Gobierno estudios de impacto que muestren las consecuencias, valoró las decisiones de rechazo y abstención que son cada vez más significativas.