Un equipo con kinesiólogo, nutricionista, médico general, psicólogo, asistente social y tres paramédicos son parte de la asistencia que reciben los diez internos del Penal Cordillera. Diez militares condenados por delitos de lesa humanidad, distribuidos en cinco cabañas, con servicios básicos y acceso a telefonía, áreas verdes y cancha de tenis. Este es el último informe emitido desde el Poder Judicial, en paralelo al análisis de La Moneda por cerrar Cordillera y trasladar estos presos al penal Punta Peuco.