Es probable que usted quiera pero los medios no le ayuden a saber por qué se segó la vida de los 300 seres humanos que iban en el avión de Malasia Airlines. Es apenas la punta de un fatídico iceberg: el poder internacional requiere de las agencias noticiosas para abrir camino a sus intereses, aunque éstos muchas veces pasen por encima de vidas humanas.