En una nueva jornada de paralización en demanda por el aumento del presupuesto de la atención pública, los funcionarios emplazaron a los usuarios a exigir a las autoridades mejoras al sistema y desmintieron las declaraciones del ministro del ramo, quien le bajó el perfil al paro y señaló que hay conversaciones en curso para superar la crisis.
Con menos de la adhesión que se esperaba se desarrolla esta jornada de paro de los funcionarios de la salud pública convocado por la Federación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud (Fenpruss), la Confederación Nacional de Trabajadores de la Salud (Confenats), la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud (Fenats Unitaria), la Federación Nacional de Técnicos de los Servicios de Salud (Fentess) y la Federación de Funcionarios de la Subsecretaría de Salud Pública (Fenfussap).
“No ha llegado la gente que esperábamos, si hay paralización de actividades en algunos hospitales, creo que tiene que ver con que en el último año cada gremio ha trabajado en forma separada, primera vez que nos juntamos para iniciar un proceso conjunto porque las demandas son comunes”, señaló a Radio Universidad de Chile Roberto Alarcón, presidente de la Confenats.
Los funcionarios demandan un aumento del tres por ciento en el presupuesto estatal designado para los servicios de salud pública y piden la postergación de la puesta en marcha de los hospitales autogestionados por déficit presupuestario y estructural.
El ministro de Salud, Álvaro Erazo, señaló que se trata más bien de una movilización y no de un paro porque hay varios hospitales que siguen funcionando y manifestó que estas protestas son injustificadas porque el gobierno se encuentra trabajando en conjunto con los sectores de la salud para buscar una solución a la crisis del sistema asistencial público.
Sin embargo, el presidente de la Confenats fue enfático en negar que existan instancias de diálogo y señaló que se trata de un intento de imponer “una reforma que definitivamente es un fracaso. La autoridad de gobierno, más que justificar, debiera asumir que aquí hay un déficit, han pasado 20 años y le han puesto un uno por ciento del PIB a la salud”.
Durante esta jornada de paro, los dirigentes de los cinco gremios de la salud han insistido en la necesidad de que sea también la propia población usuaria de estos servicios la que se levante para exigir un mayor presupuesto que, en definitiva, mejore la atención que reciben.
“Ni los ministros, ni los subsecretarios, ni los directores de servicios asumen la consecuencia del sistema público, por lo tanto, es un tema de la gente más pobre, hoy tenemos la obligación de encabezar el movimiento, pero esperemos que la gente reaccione, el pueblo en su conjunto, no solamente los trabajadores”, manifestó Alarcón.
Luego de participar en asambleas a partir de las 8 de la mañana en todo el país, unos quinientos funcionarios se reunieron en la Plaza Los Héroes, en Santiago, para luego marchar por la Alameda hasta llegar a La Moneda para entregar un petitorio.