En el último Informe Mundial de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), este organismo internacional destacó los avances nuestro país en materia social, pero advirtió como una deuda pendiente la desigualdad de género.
Con optimismo recibieron en Chile el último Índice de Desarrollo Humano (IDH) del PNUD, pues se ubica en el lugar 44 entre 182 países y segundo en Latinoamérica luego de Barbados, manteniendo así su clasificación dentro del selecto grupo de países de “alto desarrollo humano”.
En el programa Semáforo de Radio U. de Chile, Rodrigo Márquez, sociólogo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, explicó que el índice mide la capacidad de los países para promover el desarrollo de las personas, a través de datos como el acceso al sistema educativo, la esperanza de vida y el ingreso per cápita.
El experto enfatizó que el alcanzar los primeros lugares del ránking- que ocupan Noruega, Australia, Islandia, Canadá e Irlanda- depende de que los países se impongan metas a largo plazo: “A veces nos parece que para desarrollarnos hay que dejar puesto el piloto automático del crecimiento económico. Es totalmente lo contrario. Lo que nosotros decimos es que el desarrollo económico es necesario para alcanzar el desarrollo humano, pero no es suficiente. Estos países se han planteado metas y han definido estrategias para alcanzarlas”, dijo.
Por esta razón, explicó el sociólogo del PNUD, la posición de Chile en el Índice de Desarrollo Humano no tiene que ver con problemas coyunturales como la situación de los profesores o el conflicto mapuche.
Sin embargo, Rodrigo Márquez advirtió que un punto negativo lo otorga el Índice de Potenciación de Género, elaborado para medir la participación de la mujer en el mundo de las decisiones políticas y económicas dentro de la sociedad.
Ello, porque Chile aparece clasificado en el lugar número 75 entre 109 países y en la región, se ubica en el lugar número 19 entre 24.
Ejemplo de esto, añadió el experto del organismo internacional, es que la representación femenina en el parlamento sea cercana al 13 por ciento, cuando en los países más desarrollados esa cifra bordea el 30, y en el área directiva de las empresas no alcance a un 15 por ciento.
Para Márquez se trata de un hecho contradictorio, para un país cuya Presidenta es mujer y por ello es necesario asumir el desafío de una mayor igualdad de género: “No tiene que ver con público o privado, está la necesidad de abrir más espacios a hombres y mujeres por igual para ocupar esos lugares de poder. Una mayor igualdad en estas instancias donde se toman las decisiones va a redundar en que las oportunidades para el conjunto de la sociedad sean cada vez mayores”, afirmó.
El Informe Mundial de Desarrollo Humano hace también hincapié en la inmigración y, en este sentido, el sociólogo dijo que este documento hace un llamado a que Chile vea el lado positivo de la inmigración, como la diversidad, y no la considere una amenaza.