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Nueva Justicia Laboral vigente en todo Chile

¿El fin de las malas prácticas laborales?

El viernes pasado terminó de implementarse en todo el país la Nueva Justicia Laboral, una reforma que promete modernizar, agilizar el sistema y asegurar el cumplimiento de los derechos laborales. Los trabajadores y el gobierno están felices con su ejecución, pero grandes y pequeños empresarios aún miran con recelo los nuevos procedimientos.

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  Domingo 1 de noviembre 2009 20:11 hrs. 
Radio-Uchile

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El viernes pasado terminó de implementarse en todo el país la Nueva Justicia Laboral, una reforma que promete modernizar, agilizar el sistema y asegurar el cumplimiento de los derechos laborales. Los trabajadores y el gobierno están felices con su ejecución, pero grandes y pequeños empresarios aún miran con recelo los nuevos procedimientos.

Con la puesta en marcha de la Nueva Justicia Laboral el viernes en las regiones de La Araucanía, Los Lagos, Aysén y de Arica y Parinacota, culminó la implementación del régimen  lo largo del país, que comenzó en marzo de este año.

Al igual que la Reforma Procesal Penal, el nuevo procedimiento laboral se fue implementando de forma gradual a lo largo del país por medio de cinco etapas, que comenzaron el 31 de marzo de este año en las regiones de Atacama y Magallanes y la Antártica.

Pero sin duda, la prueba de fuego para esta reforma de la justicia laboral fue la etapa cuatro, que contemplaba la implementación del procedimiento en la Región Metropolitana el 31 de agosto pasado.

Aunque para el seremi de Justicia de la RM, Patricio Reyes Zambrano, aún es prematuro para realizar una evaluación de la aplicación, la reforma ha sido exitosa, pues hasta el 31 de septiembre, ya eran 4.500 los trabajadores que se han beneficiado del sistema, tal como lo señaló en el programa De Tarde en Tarde de Radio Universidad de Chile.

“Hasta el momento la evaluación ha sido positiva, la reforma ha resultado bastante dentro de los plazos en cuanto a la demanda de esta justicia. Creo que  la cantidad de jueces, juzgados, de oficina defensoras han funcionado bastante bien. Ha sido bastante exitosa, desde el 31 de agosto hasta el 31 de septiembre fueron 4.500 y fracción los trabajadores atendidos en cada una de las siete oficinas de defensoría laboral que existen en la Región Metropolitana”, señaló Reyes.

La nueva justicia laboral está compuesta de dos etapas, una prejudicial  basada en la conciliación, y otra judicial a través de una demanda en el tribunal. Sin embargo, el seremi Reyes, destacó que la mayoría de los casos terminan en la etapa de conciliación entre el trabajador y su empresa y, en el caso de llegar a juicio, este se ha agilizado desde un promedio de dos años en el sistema antiguo a 59 en el nuevo.

Reyes subrayó varios características de este nuevo procedimiento  que además de modernizar la forma de resolver los conflictos laborales, a través de un sistema oral, público y rápido que asegura el cumplimiento de los derechos de los trabajadores, refuerza los juzgados de comunas o provincias en donde no se pudo constituir un nuevo tribunal, sumando un juez especializado en estas materias.

“Esta reforma tiene varias cosas positivas. Una judicatura especializada: hoy hay 84 jueces a lo largo de Chile que van a tener como función única resolver temas laborales. Además se refuerzan los juzgados de letras en algunas comunas o provincias donde no se logró constituir un nuevo Tribunal Laboral en los juzgados de competencia común, agregando la competencia laboral, a través de un juez adicional especializado”, subrayó Reyes.

Uno de los grandes beneficios de este nuevo procedimiento son las oficinas de Defensoría Laboral, que dependen de la Corporación de Asistencia Judicial, donde abogados expertos en la materia están disponibles para defender gratuitamente a los trabajadores que ganen menos de 338 mil pesos, es decir, casi a un 60 por ciento de los chilenos.

Sólo en la Región Metropolitana donde la nueva justicia lleva menos de un mes y medio en funcionamiento, hay siete de estas oficinas, entre las que se cuentan Colina, Santiago, San Miguel, San Bernardo, Puente Alto, Melipilla y Talagante.

La contraparte

Más allá de los beneficios y reformas concretas que ofrece la justicia laboral a los trabajadores, uno de los objetivos del gobierno es modificar la relación del empleador con el trabajador, contribuyendo a una efectiva igualdad a través del respeto real por sus derechos laborales.

Es por ello que los trabajadores no han hecho más que aplaudir la reforma, tal como lo ha manifestado Arturo Martínez, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, quien se ha mostrado satisfecho por el término de las malas prácticas laborales en el sistema antiguo y el avance hacia el equilibrio en las relaciones dentro de una empresa.

“Antes los empresarios decían ‘demándame y te voy a tener cuatro cinco años en un proceso’, ahora no van a poder decir eso. Va a haber la presencia de un juez, no va a haber un  actuario que le cuente al juez lo que está pasando, y le va a ver las caras a las partes y ver quién está mintiendo. Vamos a tener la posibilidad de tener una justicia que llegue al momento que el trabajador la requiere”, señaló Martínez.

Pero no todas son sonrisas y alabanzas para la nueva justicia laboral. A pesar de que en un primer momento fueron las grandes empresas las que manifestaban su preocupación, debido a que más del 90 por ciento de los juicios dentro de la reforma terminaban favoreciendo a los trabajadores, han sido los microempresarios los que consideran que se podrían ver más perjudicados con la completa ejecución de este proceso.

Como toda legislación laboral, el nuevo procedimiento está orientado a proteger al trabajador, pero muchas veces son las Pymes las que tampoco están preparadas para actuar con rapidez ante un conflicto o no cuentan con los recursos necesarios para pagar un abogado, tal como lo expresó el  presidente de la Confederación de Pequeñas Industrias y Artesanado (Conupia), Iván Vuskovic

“Es un avance para el país, pero creo que ha quedado desequilibrada a favor de los trabajadores, o sea, nos hemos cambiado de un sistema completamente diferente  a otro. Y la verdad es que el jamón del sándwich somos los pequeños que cuando no tenemos plata para pagar al abogado, no hay quien nos defienda y nos parece que por eso ha quedado un poco desequilibrada y los pequeños quedamos en la intersección”, sostuvo Vuskovic.

Para el dirigente de las pequeñas empresas, sería ideal que así como existe una Defensoría Laboral, existiera una Defensoría Pyme que también pudiera ofrecer asesoría legal gratuita a aquellas empresas que avalen falta de recursos. Sin embargo, la instancia se ve lejana y por ahora, los trabajadores siguen sumando más merecidos beneficios, pues hace pocos días atrás la ministra del Trabajo, Claudia Serrano, señaló que el envío del proyecto de ley de Defensoría Laboral al Congreso es inminente. El proyecto propone transformar la Defensoría Laboral en un servicio público, con vigencia en todo el país, con  corporaciones de asistencia judicial  que cuenten con profesionales especializados para otorgar la mayor cantidad de prestaciones.

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