Diferentes versiones que luego se trataron de compensar desde el ministerio de Defensa, surgieron por la suspensión del lanzamiento de la regata “Velas Sudamérica 2010” que convoca la Armada de Chile con la participación de trece naciones, encuentro que se debió efectuar la tarde del martes en el buque escuela Esmeralda.
Pero la reunión, que contaba con el compromiso de asistir de los embajadores de los países invitados a la regata, no se efectuó según el titular de Defensa, Francisco Vidal, por problemas de su agenda.
Contrario a esta versión, el director de comunicaciones de la Armada, comandante Rodolfo Besoaín, señaló que se trataba porque consideraron que era inconveniente realizar una actividad festiva precisamente el mismo día en que se había procesado a doce oficiales de la institución acusados de violaciones a los derechos humanos.
A través de un comunicado de prensa precisaron que la institución “estimó inconveniente empañar una actividad tan trascendente, asociándola innecesaria e injustamente con la detención de miembros de la Armada en retiro”.
Además agregaron que en “los temas de derechos humanos, más allá de lamentarlos porque afectan a personas y también a miembros de la familia naval, la institución respeta las decisiones de los tribunales y se abstiene de comentarlos”.
Esta actitud fue inmediatamente vista en algunos sectores ligados a organismos ciudadanos como un intento por presionar a la Corte de Apelaciones de Valparaíso cuya integrante, María Eliana Quezada, dictó los procedimientos y ordenó las detenciones de los ex uniformados.
Sin embargo, el ministro de Defensa, Francisco Vidal, insistió al igual que la vocera de gobierno, Carolina Tohá, en que la suspensión del lanzamiento de la regata en la Esmeralda, se debió a una petición suya por problemas de tiempo.
“Es muy importante asistir a esa actividad, le avisé al comandante en jefe que por razones de urgencia no podía asistir, a si que le pedí su postergación. Aquí se descartan presiones porque no está siendo procesada la Armada, que es una institución permanente de la República. Son 23 mil hombres y mujeres que son un orgullo para Chile. Lo que pasa es que una jueza determinó el procesamiento de personas particulares”, aclaró el secretario de Estado.
Mientras, en el senado el ex almirante y actual parlamentario Jorge Arancibia, avaló la no realización del evento, ya que “no se puede actuar como si nada pasara y haciendo fiestas de lanzamiento de algo”.
El abogado querellante en la causa por violaciones a los derechos humanos cometidas en la Esmeralda, Hiram Villagra, sostuvo que esto demuestra que la Armada tiene que responder por lo que en su momento fue una política de exterminio que siguió la institución.
“La Armada, que durante mucho tiempo eludió su responsabilidad, tiene que dar la cara por los hechos atroces donde hay una participación clara del personal de dicha institución”, comentó el parlamentario.
Son varios los casos en que aún está involucrado personal de la Marina y por lo cual todavía se espera que la institución entregue antecedentes sobre lo ocurrido con militantes de izquierda que fueron ultimados tanto en la Esmeralda como también en sus cuarteles.
Diferentes versiones que luego se trataron de compensar desde el ministerio de Defensa, surgieron por la suspensión del lanzamiento de la regata “Velas Sudamérica 2010” que convoca la Armada de Chile con la participación de trece naciones, encuentro que se debió efectuar la tarde del martes en el buque escuela Esmeralda.
Pero la reunión, que contaba con el compromiso de asistir de los embajadores de los países invitados a la regata, no se efectuó según el titular de Defensa, Francisco Vidal, por problemas de su agenda.
Contrario a esta versión, el director de comunicaciones de la Armada, comandante Rodolfo Besoaín, señaló que se trataba porque consideraron que era inconveniente realizar una actividad festiva precisamente el mismo día en que se había procesado a doce oficiales de la institución acusados de violaciones a los derechos humanos.
A través de un comunicado de prensa precisaron que la institución “estimó inconveniente empañar una actividad tan trascendente, asociándola innecesaria e injustamente con la detención de miembros de la Armada en retiro”.
Además agregaron que en “los temas de derechos humanos, más allá de lamentarlos porque afectan a personas y también a miembros de la familia naval, la institución respeta las decisiones de los tribunales y se abstiene de comentarlos”.
Esta actitud fue inmediatamente vista en algunos sectores ligados a organismos ciudadanos como un intento por presionar a la Corte de Apelaciones de Valparaíso cuya integrante, María Eliana Quezada, dictó los procedimientos y ordenó las detenciones de los ex uniformados.
Sin embargo, el ministro de Defensa, Francisco Vidal, insistió al igual que la vocera de gobierno, Carolina Tohá, en que la suspensión del lanzamiento de la regata en la Esmeralda, se debió a una petición suya por problemas de tiempo.
“Es muy importante asistir a esa actividad, le avisé al comandante en jefe que por razones de urgencia no podía asistir, a si que le pedí su postergación. Aquí se descartan presiones porque no está siendo procesada la Armada, que es una institución permanente de la República. Son 23 mil hombres y mujeres que son un orgullo para Chile. Lo que pasa es que una jueza determinó el procesamiento de personas particulares”, aclaró el secretario de Estado.
Mientras, en el senado el ex almirante y actual parlamentario Jorge Arancibia, avaló la no realización del evento, ya que “no se puede actuar como si nada pasara y haciendo fiestas de lanzamiento de algo”.
El abogado querellante en la causa por violaciones a los derechos humanos cometidas en la Esmeralda, Hiram Villagra, sostuvo que esto demuestra que la Armada tiene que responder por lo que en su momento fue una política de exterminio que siguió la institución.
“La Armada, que durante mucho tiempo eludió su responsabilidad, tiene que dar la cara por los hechos atroces donde hay una participación clara del personal de dicha institución”, comentó el parlamentario.
Son varios los casos en que aún está involucrado personal de la Marina y por lo cual todavía se espera que la institución entregue antecedentes sobre lo ocurrido con militantes de izquierda que fueron ultimados tanto en la Esmeralda como también en sus cuarteles.
Diferentes versiones que luego se trataron de compensar desde el ministerio de Defensa, surgieron por la suspensión del lanzamiento de la regata “Velas Sudamérica 2010” que convoca la Armada de Chile con la participación de trece naciones, encuentro que se debió efectuar la tarde del martes en el buque escuela Esmeralda.
Pero la reunión, que contaba con el compromiso de asistir de los embajadores de los países invitados a la regata, no se efectuó según el titular de Defensa, Francisco Vidal, por problemas de su agenda.
Contrario a esta versión, el director de comunicaciones de la Armada, comandante Rodolfo Besoaín, señaló que se trataba porque consideraron que era inconveniente realizar una actividad festiva precisamente el mismo día en que se había procesado a doce oficiales de la institución acusados de violaciones a los derechos humanos.
A través de un comunicado de prensa precisaron que la institución “estimó inconveniente empañar una actividad tan trascendente, asociándola innecesaria e injustamente con la detención de miembros de la Armada en retiro”.
Además agregaron que en “los temas de derechos humanos, más allá de lamentarlos porque afectan a personas y también a miembros de la familia naval, la institución respeta las decisiones de los tribunales y se abstiene de comentarlos”.
Esta actitud fue inmediatamente vista en algunos sectores ligados a organismos ciudadanos como un intento por presionar a la Corte de Apelaciones de Valparaíso cuya integrante, María Eliana Quezada, dictó los procedimientos y ordenó las detenciones de los ex uniformados.
Sin embargo, el ministro de Defensa, Francisco Vidal, insistió al igual que la vocera de gobierno, Carolina Tohá, en que la suspensión del lanzamiento de la regata en la Esmeralda, se debió a una petición suya por problemas de tiempo.
“Es muy importante asistir a esa actividad, le avisé al comandante en jefe que por razones de urgencia no podía asistir, a si que le pedí su postergación. Aquí se descartan presiones porque no está siendo procesada la Armada, que es una institución permanente de la República. Son 23 mil hombres y mujeres que son un orgullo para Chile. Lo que pasa es que una jueza determinó el procesamiento de personas particulares”, aclaró el secretario de Estado.
Mientras, en el senado el ex almirante y actual parlamentario Jorge Arancibia, avaló la no realización del evento, ya que “no se puede actuar como si nada pasara y haciendo fiestas de lanzamiento de algo”.
El abogado querellante en la causa por violaciones a los derechos humanos cometidas en la Esmeralda, Hiram Villagra, sostuvo que esto demuestra que la Armada tiene que responder por lo que en su momento fue una política de exterminio que siguió la institución.
“La Armada, que durante mucho tiempo eludió su responsabilidad, tiene que dar la cara por los hechos atroces donde hay una participación clara del personal de dicha institución”, comentó el parlamentario.
Son varios los casos en que aún está involucrado personal de la Marina y por lo cual todavía se espera que la institución entregue antecedentes sobre lo ocurrido con militantes de izquierda que fueron ultimados tanto en la Esmeralda como también en sus cuarteles.
