El Presidente estadounidense Barack Obama, se reúne hoy con altos asesores para evaluar los fallos que hicieron posible que un ciudadano nigeriano viajase recientemente con explosivos adheridos al cuerpo en una aerolínea estadounidense.

Umar Farouk, un joven de 23 años de origen nigeriano, intentó detonar sin éxito los explosivos el día de Navidad cuando el avión en el que viajaba procedente de Amsterdam se preparaba para tomar tierra en la ciudad de Detroit.

El incidente hizo que la Casa Blanca revisase las listas de vigilancia de sospechosos de terrorismo y que incrementase las medidas de seguridad en los aeropuertos para intentar que lo sucedido no vuelva a repetirse.

El incidente dejó al descubierto, en opinión de Obama, fallos "sistémicos" en la seguridad del país que la Casa Blanca trata ahora de enmendar. Y por este motivo aumentó la fiscalización en los aeropuertos de 14 países considerados como una amenaza para la estabilidad del país.