Si bien la reacción de las autoridades ha sido de bastante optimismo por el 3, 1 por ciento del último Imacec de noviembre, otra es la mirada que tienen los trabajadores del comercio, quienes aseguran que la crisis está lejos de terminar y que son ellos los que han tenido que “pagar” sus efectos.
Pese a las cifras y a que hace pocas semanas el pomposo reinicio de la obra de Costanera Center reflejaba reactivación, los sindicatos de supermercados y grandes tiendas aseguran que la crisis está lejos de terminar y que son ellos, los propios trabajadores, los que la están pagando.
Reducción horaria, recortes salariales, contratos en condiciones irregulares, además de despidos masivos registrados antes y después de Navidad, son algunas de las prácticas denunciadas por representantes de los indicatos metropolitanos de empresas como Cencosud, D&S Líder, Almacenes París o Ripley.
El presidente de la Confederación Coordinadora de Sindicatos del Comercio, Manuel Sandoval, interpretó estas acciones como un aprovechamiento por parte de los empresarios ante la coyuntura de la crisis internacional, en desmedro de los trabajadores.
“Durante el 2009, rayamos en los muros, en las huelgas, en las marchas, dijimos que la crisis no la pagaban los trabajadores, pero nuestro análisis dice que sí la pagamos nosotros. Con el tema de la nueva legislación, con respecto a la semana corrida, tuvimos un desmedro de los trabajadores de grandes tiendas sobretodo. Creemos que hubo un aprovechamiento por parte de los empresarios con el tema de la crisis”, denunció Sandoval.
En tanto, Arturo Martínez, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), comprometió su apoyo para los empleados del sector supermercados y grandes tiendas y anunció que son al menos tres las debilidades de la legislación laboral que deben ser modificadas para terminar con los abusos.
“Sindicalización automática de los trabajadores: todo trabajador que entra a una empresa entra automáticamente al sindicato., él decide si permanece o no. Segundo, una nueva ley de organizaciones sindicales que cree el Sindicato de Empleados y el Sindicato de Obreros como fue siempre, y evite la proliferación de sindicatos en una misma empresa. Y tercero, necesitamos una negociación colectiva por rubro, todos los trabajadores por sector negociando, no por razón social”, afirmó Martínez.
Los empleados de supermercados y grandes tiendas, en conjunto con la CUT, repudiron la atomización que promueven las empresas del rubro, situación que impide una movilización efectiva de los trabajadores y los debilita ante una verdadera negociación colectiva.
Si bien la reacción de las autoridades ha sido de bastante optimismo por el 3, 1 por ciento del último Imacec de noviembre, otra es la mirada que tienen los trabajadores del comercio, quienes aseguran que la crisis está lejos de terminar y que son ellos los que han tenido que “pagar” sus efectos.
Pese a las cifras y a que hace pocas semanas el pomposo reinicio de la obra de Costanera Center reflejaba reactivación, los sindicatos de supermercados y grandes tiendas aseguran que la crisis está lejos de terminar y que son ellos, los propios trabajadores, los que la están pagando.
Reducción horaria, recortes salariales, contratos en condiciones irregulares, además de despidos masivos registrados antes y después de Navidad, son algunas de las prácticas denunciadas por representantes de los indicatos metropolitanos de empresas como Cencosud, D&S Líder, Almacenes París o Ripley.
El presidente de la Confederación Coordinadora de Sindicatos del Comercio, Manuel Sandoval, interpretó estas acciones como un aprovechamiento por parte de los empresarios ante la coyuntura de la crisis internacional, en desmedro de los trabajadores.
“Durante el 2009, rayamos en los muros, en las huelgas, en las marchas, dijimos que la crisis no la pagaban los trabajadores, pero nuestro análisis dice que sí la pagamos nosotros. Con el tema de la nueva legislación, con respecto a la semana corrida, tuvimos un desmedro de los trabajadores de grandes tiendas sobretodo. Creemos que hubo un aprovechamiento por parte de los empresarios con el tema de la crisis”, denunció Sandoval.
En tanto, Arturo Martínez, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), comprometió su apoyo para los empleados del sector supermercados y grandes tiendas y anunció que son al menos tres las debilidades de la legislación laboral que deben ser modificadas para terminar con los abusos.
“Sindicalización automática de los trabajadores: todo trabajador que entra a una empresa entra automáticamente al sindicato., él decide si permanece o no. Segundo, una nueva ley de organizaciones sindicales que cree el Sindicato de Empleados y el Sindicato de Obreros como fue siempre, y evite la proliferación de sindicatos en una misma empresa. Y tercero, necesitamos una negociación colectiva por rubro, todos los trabajadores por sector negociando, no por razón social”, afirmó Martínez.
Los empleados de supermercados y grandes tiendas, en conjunto con la CUT, repudiron la atomización que promueven las empresas del rubro, situación que impide una movilización efectiva de los trabajadores y los debilita ante una verdadera negociación colectiva.
Si bien la reacción de las autoridades ha sido de bastante optimismo por el 3, 1 por ciento del último Imacec de noviembre, otra es la mirada que tienen los trabajadores del comercio, quienes aseguran que la crisis está lejos de terminar y que son ellos los que han tenido que “pagar” sus efectos.
Pese a las cifras y a que hace pocas semanas el pomposo reinicio de la obra de Costanera Center reflejaba reactivación, los sindicatos de supermercados y grandes tiendas aseguran que la crisis está lejos de terminar y que son ellos, los propios trabajadores, los que la están pagando.
Reducción horaria, recortes salariales, contratos en condiciones irregulares, además de despidos masivos registrados antes y después de Navidad, son algunas de las prácticas denunciadas por representantes de los indicatos metropolitanos de empresas como Cencosud, D&S Líder, Almacenes París o Ripley.
El presidente de la Confederación Coordinadora de Sindicatos del Comercio, Manuel Sandoval, interpretó estas acciones como un aprovechamiento por parte de los empresarios ante la coyuntura de la crisis internacional, en desmedro de los trabajadores.
“Durante el 2009, rayamos en los muros, en las huelgas, en las marchas, dijimos que la crisis no la pagaban los trabajadores, pero nuestro análisis dice que sí la pagamos nosotros. Con el tema de la nueva legislación, con respecto a la semana corrida, tuvimos un desmedro de los trabajadores de grandes tiendas sobretodo. Creemos que hubo un aprovechamiento por parte de los empresarios con el tema de la crisis”, denunció Sandoval.
En tanto, Arturo Martínez, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), comprometió su apoyo para los empleados del sector supermercados y grandes tiendas y anunció que son al menos tres las debilidades de la legislación laboral que deben ser modificadas para terminar con los abusos.
“Sindicalización automática de los trabajadores: todo trabajador que entra a una empresa entra automáticamente al sindicato., él decide si permanece o no. Segundo, una nueva ley de organizaciones sindicales que cree el Sindicato de Empleados y el Sindicato de Obreros como fue siempre, y evite la proliferación de sindicatos en una misma empresa. Y tercero, necesitamos una negociación colectiva por rubro, todos los trabajadores por sector negociando, no por razón social”, afirmó Martínez.
Los empleados de supermercados y grandes tiendas, en conjunto con la CUT, repudiron la atomización que promueven las empresas del rubro, situación que impide una movilización efectiva de los trabajadores y los debilita ante una verdadera negociación colectiva.
