La Cineteca de la Universidad de Chile está realizando la campaña “21 películas perdidas del cine chileno” ,que pretende recuperar algunos de los títulos más importantes del séptimo arte nacional cuyo paradero se desconoce.
Continuando con su aporte a la recuperación del patrimonio fílmico nacional, la Cineteca de la Universidad de Chile inició la campaña “21 películas perdidas del cine chileno”, con el objetivo de encontrar y restaurar importantes títulos, en términos históricos y estéticos, de los que no se tiene ningún rastro.
Entre las cintas incluidas en la campaña, que van desde 1912 a 1972, se encuentran “Un grito en el mar” de Pedro Sienna, “Norte y Sur” y “La chica del Crillón” de Jorge Délano "Coke", ésta última única incursión en el cine de Joaquín Edwards Bello, entre otras.
En el programa Semáforo, el subdirector de la Cineteca, Luis Horta, explicó que están haciendo un llamado a coleccionistas particulares, técnicos, otros archivos o personas que conserven estas cintas y que puedan facilitarlas para realizar una copia de ellas.
Horta recordó, a modo de ejemplo, que de las más de noventa películas de ficción que fueron realizadas en Chile entre 1910 y 1930, actualmente sólo se conservan diez y que en el caso de los documentales, la desaparición de cintas también es crítica.
El académico dijo que las causas de esta desaparición son varias, pero una de las principales es que hay gente que las guarda y le cuesta desprenderse de ellas: “La gente es muy apegada a lo material, al objeto, y no sabe que tiene en su casa algo que se le va a podrir o que, en el caso de las películas de los años ’50 hacia atrás, son material autocombustible y, por ende, se pueden quemar solas si no se someten a condiciones controladas de humedad y temperatura”, advirtió.
Luis Horta explicó que una vez entregadas las películas, se procede a identificarlas y luego continuar con los procesos de restauración física, lo que tiene un elevado costo.
Si bien en los últimos años han existido iniciativas de rescate patrimonial que el subdirector de la Cineteca de nuestra casa de estudios valora, insistió que aún hay un grave problema de recursos: “No están existiendo los recursos para que la Universidad de Chile pueda desarrollar proyectos de restauración de películas fundamentales. Tampoco se trata de ganar fondos concursables, porque me parece que es un deber del Estado financiar la recuperación de la memoria”, criticó.
Para conocer el listado completo de las obras, ponerse en contacto con el equipo de investigación para entregar una cinta o bien aportar económicamente en el proceso, puede visitar la página www.cinetecaudechile.wordpress.com o www.icei.uchile.cl
La Cineteca de la Universidad de Chile está realizando la campaña “21 películas perdidas del cine chileno” ,que pretende recuperar algunos de los títulos más importantes del séptimo arte nacional cuyo paradero se desconoce.
Continuando con su aporte a la recuperación del patrimonio fílmico nacional, la Cineteca de la Universidad de Chile inició la campaña “21 películas perdidas del cine chileno”, con el objetivo de encontrar y restaurar importantes títulos, en términos históricos y estéticos, de los que no se tiene ningún rastro.
Entre las cintas incluidas en la campaña, que van desde 1912 a 1972, se encuentran “Un grito en el mar” de Pedro Sienna, “Norte y Sur” y “La chica del Crillón” de Jorge Délano "Coke", ésta última única incursión en el cine de Joaquín Edwards Bello, entre otras.
En el programa Semáforo, el subdirector de la Cineteca, Luis Horta, explicó que están haciendo un llamado a coleccionistas particulares, técnicos, otros archivos o personas que conserven estas cintas y que puedan facilitarlas para realizar una copia de ellas.
Horta recordó, a modo de ejemplo, que de las más de noventa películas de ficción que fueron realizadas en Chile entre 1910 y 1930, actualmente sólo se conservan diez y que en el caso de los documentales, la desaparición de cintas también es crítica.
El académico dijo que las causas de esta desaparición son varias, pero una de las principales es que hay gente que las guarda y le cuesta desprenderse de ellas: “La gente es muy apegada a lo material, al objeto, y no sabe que tiene en su casa algo que se le va a podrir o que, en el caso de las películas de los años ’50 hacia atrás, son material autocombustible y, por ende, se pueden quemar solas si no se someten a condiciones controladas de humedad y temperatura”, advirtió.
Luis Horta explicó que una vez entregadas las películas, se procede a identificarlas y luego continuar con los procesos de restauración física, lo que tiene un elevado costo.
Si bien en los últimos años han existido iniciativas de rescate patrimonial que el subdirector de la Cineteca de nuestra casa de estudios valora, insistió que aún hay un grave problema de recursos: “No están existiendo los recursos para que la Universidad de Chile pueda desarrollar proyectos de restauración de películas fundamentales. Tampoco se trata de ganar fondos concursables, porque me parece que es un deber del Estado financiar la recuperación de la memoria”, criticó.
Para conocer el listado completo de las obras, ponerse en contacto con el equipo de investigación para entregar una cinta o bien aportar económicamente en el proceso, puede visitar la página www.cinetecaudechile.wordpress.com o www.icei.uchile.cl
La Cineteca de la Universidad de Chile está realizando la campaña “21 películas perdidas del cine chileno” ,que pretende recuperar algunos de los títulos más importantes del séptimo arte nacional cuyo paradero se desconoce.
Continuando con su aporte a la recuperación del patrimonio fílmico nacional, la Cineteca de la Universidad de Chile inició la campaña “21 películas perdidas del cine chileno”, con el objetivo de encontrar y restaurar importantes títulos, en términos históricos y estéticos, de los que no se tiene ningún rastro.
Entre las cintas incluidas en la campaña, que van desde 1912 a 1972, se encuentran “Un grito en el mar” de Pedro Sienna, “Norte y Sur” y “La chica del Crillón” de Jorge Délano "Coke", ésta última única incursión en el cine de Joaquín Edwards Bello, entre otras.
En el programa Semáforo, el subdirector de la Cineteca, Luis Horta, explicó que están haciendo un llamado a coleccionistas particulares, técnicos, otros archivos o personas que conserven estas cintas y que puedan facilitarlas para realizar una copia de ellas.
Horta recordó, a modo de ejemplo, que de las más de noventa películas de ficción que fueron realizadas en Chile entre 1910 y 1930, actualmente sólo se conservan diez y que en el caso de los documentales, la desaparición de cintas también es crítica.
El académico dijo que las causas de esta desaparición son varias, pero una de las principales es que hay gente que las guarda y le cuesta desprenderse de ellas: “La gente es muy apegada a lo material, al objeto, y no sabe que tiene en su casa algo que se le va a podrir o que, en el caso de las películas de los años ’50 hacia atrás, son material autocombustible y, por ende, se pueden quemar solas si no se someten a condiciones controladas de humedad y temperatura”, advirtió.
Luis Horta explicó que una vez entregadas las películas, se procede a identificarlas y luego continuar con los procesos de restauración física, lo que tiene un elevado costo.
Si bien en los últimos años han existido iniciativas de rescate patrimonial que el subdirector de la Cineteca de nuestra casa de estudios valora, insistió que aún hay un grave problema de recursos: “No están existiendo los recursos para que la Universidad de Chile pueda desarrollar proyectos de restauración de películas fundamentales. Tampoco se trata de ganar fondos concursables, porque me parece que es un deber del Estado financiar la recuperación de la memoria”, criticó.
Para conocer el listado completo de las obras, ponerse en contacto con el equipo de investigación para entregar una cinta o bien aportar económicamente en el proceso, puede visitar la página www.cinetecaudechile.wordpress.com o www.icei.uchile.cl
