Un nuevo terremoto político remeció a la Concertación durante la jornada del martes, luego que se conociera la firma de un pacto entre la Coalición por el Cambio, el Partido Regionalista Independiente (PRI) y el Partido Radical (PRSD), para participar de la composición de las mesas de la Cámara de Diputados.
Y pese a que, casi inmediatamente después de que se supiera esta inusitada alianza el presidente interino de los radicales, Fernando Meza, dio un pie atrás y aseguró que el “domicilio político del PRSD es la Concertación, las aguas no retomaron su calma.
Por lo mismo, la colectividad convocó a una reunión extraordinaria de su comité ejecutivo que terminó con la oficialización de la renuncia de Meza y con la determinación de reincorporar a José Antonio Gómez a la cabeza del partido.
“El Partido Radical Social Demócrata (PRSD) en forma unánime rechaza y deja sin efecto el acuerdo suscrito para la administración de la mesa de la Cámara de Diputados. El comité ejecutivo radical ratifica que la política de alianza del radicalismo está expresa en la Concertación de partidos por la democracia. También se acuerda solicitar y ratificar la presidencia de José Antonio Gómez”, comunicó el mismo Fernando Meza a la salida del encuentro.
Pese a ello, el ex dirigente insistió en que "nunca he firmado un acuerdo con la Alianza y el PRI y lo de la mañana fue verbal”. Meza indicó además que “En todos lados las sensibilidades están muy altas. Hemos perdido el gobierno y cualquier paso que se de que anteriormente era natural, hoy se transforma en situaciones desafortunadas. Pero reconocemos que no corresponde realizar este tipo de negociaciones donde está incluida la Alianza”, justificó Meza.
Pero el hecho no pasó inadvertido y levantó grandes críticas de parte de los demás miembros de la Concertación. El diputado de la DC, Pablo Lorenzini, fue más allá y solicitó la exclusión de los militantes del partido radical de los cargos que ostentan en la actualidad
“Exigimos a la Presidenta de la República que los ministros radicales estén fuera del gobierno. De forma personal exigimos la renuncia hoy de todos los presidentes partidos de la Concertación”, sentenció el parlamentario.
Opinión que fue compartida por la diputada independiente, Alejandra Sepúlveda, una de las primeras cartas para ocupar el principal cargo de la Cámara, quien atribuyó el hecho a la falta de capacidad para llegar acuerdos dentro del oficialismo.
“Juan Carlos Latorre vetó mi nombre y es quien se ha opuesto permanentemente a la negociación con el PRI y los independientes. Él es el responsable de que hoy no podamos llegar a un acuerdo”, sentenció la legisladora.
Por su parte, el jefe de la bancada de Renovación Nacional se mostró confundido frente a la polémica y afirmó que el trato ya estaba hecho.
“Confío y creo en la honorabilidad de las personas que suscriben este acuerdo. El plantearme en un escenario distinto a ese sería desconfiar de la gente con la que hemos hecho este trato y me parece que eso es injusto y es una mala educación de las personas que participan de él”
El controversial tratado contempla el período 2010 – 2014, y en lo básico, entrega al PRI a Renovación Nacional y a la UDI las presidencias de la Cámara durante los cuatro años del período parlamentario.
Un nuevo terremoto político remeció a la Concertación durante la jornada del martes, luego que se conociera la firma de un pacto entre la Coalición por el Cambio, el Partido Regionalista Independiente (PRI) y el Partido Radical (PRSD), para participar de la composición de las mesas de la Cámara de Diputados.
Y pese a que, casi inmediatamente después de que se supiera esta inusitada alianza el presidente interino de los radicales, Fernando Meza, dio un pie atrás y aseguró que el “domicilio político del PRSD es la Concertación, las aguas no retomaron su calma.
Por lo mismo, la colectividad convocó a una reunión extraordinaria de su comité ejecutivo que terminó con la oficialización de la renuncia de Meza y con la determinación de reincorporar a José Antonio Gómez a la cabeza del partido.
“El Partido Radical Social Demócrata (PRSD) en forma unánime rechaza y deja sin efecto el acuerdo suscrito para la administración de la mesa de la Cámara de Diputados. El comité ejecutivo radical ratifica que la política de alianza del radicalismo está expresa en la Concertación de partidos por la democracia. También se acuerda solicitar y ratificar la presidencia de José Antonio Gómez”, comunicó el mismo Fernando Meza a la salida del encuentro.
Pese a ello, el ex dirigente insistió en que "nunca he firmado un acuerdo con la Alianza y el PRI y lo de la mañana fue verbal”. Meza indicó además que “En todos lados las sensibilidades están muy altas. Hemos perdido el gobierno y cualquier paso que se de que anteriormente era natural, hoy se transforma en situaciones desafortunadas. Pero reconocemos que no corresponde realizar este tipo de negociaciones donde está incluida la Alianza”, justificó Meza.
Pero el hecho no pasó inadvertido y levantó grandes críticas de parte de los demás miembros de la Concertación. El diputado de la DC, Pablo Lorenzini, fue más allá y solicitó la exclusión de los militantes del partido radical de los cargos que ostentan en la actualidad
“Exigimos a la Presidenta de la República que los ministros radicales estén fuera del gobierno. De forma personal exigimos la renuncia hoy de todos los presidentes partidos de la Concertación”, sentenció el parlamentario.
Opinión que fue compartida por la diputada independiente, Alejandra Sepúlveda, una de las primeras cartas para ocupar el principal cargo de la Cámara, quien atribuyó el hecho a la falta de capacidad para llegar acuerdos dentro del oficialismo.
“Juan Carlos Latorre vetó mi nombre y es quien se ha opuesto permanentemente a la negociación con el PRI y los independientes. Él es el responsable de que hoy no podamos llegar a un acuerdo”, sentenció la legisladora.
Por su parte, el jefe de la bancada de Renovación Nacional se mostró confundido frente a la polémica y afirmó que el trato ya estaba hecho.
“Confío y creo en la honorabilidad de las personas que suscriben este acuerdo. El plantearme en un escenario distinto a ese sería desconfiar de la gente con la que hemos hecho este trato y me parece que eso es injusto y es una mala educación de las personas que participan de él”
El controversial tratado contempla el período 2010 – 2014, y en lo básico, entrega al PRI a Renovación Nacional y a la UDI las presidencias de la Cámara durante los cuatro años del período parlamentario.
Un nuevo terremoto político remeció a la Concertación durante la jornada del martes, luego que se conociera la firma de un pacto entre la Coalición por el Cambio, el Partido Regionalista Independiente (PRI) y el Partido Radical (PRSD), para participar de la composición de las mesas de la Cámara de Diputados.
Y pese a que, casi inmediatamente después de que se supiera esta inusitada alianza el presidente interino de los radicales, Fernando Meza, dio un pie atrás y aseguró que el “domicilio político del PRSD es la Concertación, las aguas no retomaron su calma.
Por lo mismo, la colectividad convocó a una reunión extraordinaria de su comité ejecutivo que terminó con la oficialización de la renuncia de Meza y con la determinación de reincorporar a José Antonio Gómez a la cabeza del partido.
“El Partido Radical Social Demócrata (PRSD) en forma unánime rechaza y deja sin efecto el acuerdo suscrito para la administración de la mesa de la Cámara de Diputados. El comité ejecutivo radical ratifica que la política de alianza del radicalismo está expresa en la Concertación de partidos por la democracia. También se acuerda solicitar y ratificar la presidencia de José Antonio Gómez”, comunicó el mismo Fernando Meza a la salida del encuentro.
Pese a ello, el ex dirigente insistió en que "nunca he firmado un acuerdo con la Alianza y el PRI y lo de la mañana fue verbal”. Meza indicó además que “En todos lados las sensibilidades están muy altas. Hemos perdido el gobierno y cualquier paso que se de que anteriormente era natural, hoy se transforma en situaciones desafortunadas. Pero reconocemos que no corresponde realizar este tipo de negociaciones donde está incluida la Alianza”, justificó Meza.
Pero el hecho no pasó inadvertido y levantó grandes críticas de parte de los demás miembros de la Concertación. El diputado de la DC, Pablo Lorenzini, fue más allá y solicitó la exclusión de los militantes del partido radical de los cargos que ostentan en la actualidad
“Exigimos a la Presidenta de la República que los ministros radicales estén fuera del gobierno. De forma personal exigimos la renuncia hoy de todos los presidentes partidos de la Concertación”, sentenció el parlamentario.
Opinión que fue compartida por la diputada independiente, Alejandra Sepúlveda, una de las primeras cartas para ocupar el principal cargo de la Cámara, quien atribuyó el hecho a la falta de capacidad para llegar acuerdos dentro del oficialismo.
“Juan Carlos Latorre vetó mi nombre y es quien se ha opuesto permanentemente a la negociación con el PRI y los independientes. Él es el responsable de que hoy no podamos llegar a un acuerdo”, sentenció la legisladora.
Por su parte, el jefe de la bancada de Renovación Nacional se mostró confundido frente a la polémica y afirmó que el trato ya estaba hecho.
“Confío y creo en la honorabilidad de las personas que suscriben este acuerdo. El plantearme en un escenario distinto a ese sería desconfiar de la gente con la que hemos hecho este trato y me parece que eso es injusto y es una mala educación de las personas que participan de él”
El controversial tratado contempla el período 2010 – 2014, y en lo básico, entrega al PRI a Renovación Nacional y a la UDI las presidencias de la Cámara durante los cuatro años del período parlamentario.
