Un nuevo caso de intoxicación masiva por plaguicidas se produjo en la comuna de Coltauco, Rancagua, donde cuarenta temporeras fueron prácticamente fumigadas por un avión, al efectuar labores de retoque de uva de exportación en el fundo Santa Rosa de la Agrícola Vial.

El secretario regional ministerial de salud, doctor Genaro González Fierro, inició de inmediato el respectivo sumario sanitario, pero Carlos Moya de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), desmintió la información asegurando que se trataba de una "crisis de ansiedad colectiva" de las trabajadoras.

Ante esto, Alicia Muñoz de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (ANAMURI) indicó que “las autoridades declaran que a los trabajadores les da, una vez más, histeria colectiva y no reconocen que hay un problema tan inhumano y siguen echando líquido encima de la gente. Como expertos en prevención de riesgos no son capaces de reconocer y le bajan el perfil a la controversia porque nadie duda de los especialistas”.

Según declaró la Red de Acción en Plaguicidas y Alernativas en Chile (RAP), esta sería una práctica histórica de la Asociación de Seguridad, que busca ocultar los casos que está obligada a recibir y denunciar. Y añadieron que sólo falta que el SAG se sume al intento de negar los hechos, como ya hizo cuando cerca de quinientos trabajadores resultaron intoxicados en noviembre pasado, en la Región del Maule.

María Elena Rozas, coordinadora nacional del RAP, indicó que las cifras anuales que se presentan en este sentido son abrumadoras.

“Al año se dan entre 700 y 800 intoxicaciones agudas que son notificadas al servicio de salud, es decir, certificados y comprobados. Por lo mismo, se estima que los no notificados serían alrededor de tres mil, porque por cada caso que se tiene conocimiento, habrían cuatro sin diagnosticarse en todo el país”, precisó la dirigente.

La situación se agrava si consideramos que  los plaguicidas que se usan en el país son extremadamente tóxicos. Incluso, algunos que vienen rotulados con franja verde, como si no fueran tan tóxicos, tienen a veces un efecto crónico más peligroso que los que presentan un efecto agudo bajo más inmediato, pero menos dañino.

Si bien, los casos de intoxicación crónica en Chile no están registrados, la Unión Europea, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos y la Agencia Internacional de Investigaciones del Cáncer han comprobado que en nuestro país hay plaguicidas que podrían provocar daño de por vida, que van desde cáncer a malformaciones congénitas.