Andamos terremoteados, ¡quién lo duda! Material y sicológicamente no estamos reaccionando como debiéramos. La pausa de casi todas las actividades que teníamos agendadas en la mayoría de los ámbitos de nuestra vida, como compromisos laborales, familiares y nacionales, han quedado suspendidos… dejándonos en vilo.

Extrañísimo y casi de manera culposa resulta, para quienes estamos en la capital de Chile, volver al trabajo y tener que enfrentar el diario vivir cuando aún las imágenes desde la zona donde la catástrofe se ensañó, nos golpean el rostro y el corazón. Desearíamos estar allí y poner nuestras manos y energías en pos de la ayuda de tantos compatriotas cuyo sufrimiento compartimos.

Llama la atención que quienes ya están habituados a esta suerte de “escuela de la solidaridad” que se ha instalado en Chile con la Teletón, no hayan tomado por sí mismos las riendas de la situación y hayan empezado a organizar una jornada de ayuda a los más damnificados. Hubo que esperar que llegara Don Francisco desde Sudáfrica para que tuviéramos día y fecha y, por fin, la certeza de que se podía ser parte de una red de ayuda y dejar la postura de observadores de la desgracia ajena.

Por eso mismo es que celebro lo que han decidido hacer en Valparaíso. Ya sabemos que allí se debió suspender la que sería la más importante actividad cultural del Bicentenario, como lo es el V Congreso Internacional de la Lengua Española, en cuyo marco se realizaría tal como se hizo en la cita anterior de
Cartagena de Indias, un proyecto de intervenciones artísticas. VALPARAISO INterVENCIONES había convocado a más de 20 artistas y curadores latinoamericanos y españoles que trabajan con la palabra y la lengua a realizar sus creaciones, las que en su mayoría ya estaban casi listas, puesto que parte de ellas sería presentada el domingo 28. Después de muchas cavilaciones, decidieron las organizaciones convocantes, la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior de España y el Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes, retomar el proyecto e insertarlo dentro del regreso a clases a partir del lunes 8 de marzo próximo. El temor a ser tildados de indolentes quedó atrás cuando prefirieron, literalmente, ponerse manos a la obra e “incorporar al arte a la recuperación después de la terrible tragedia”. La muestra permanecerá abierta tal como estaba dispuesto hasta mediados de abril, por lo que queda tiempo para conocerla y la razón más importante para ir hasta allá es acompañar a los habitantes del puerto en su duelo por el daño patrimonial sufrido…porque ya no queremos seguir terremoteados.