Luego del terremoto que sacudió al país el pasado 27 de febrero han surgido diversos cuestionamientos. A las normas de construcción y a los débiles sistemas de alerta de emergencia. Pero ahora, después de los primeros días de la catástrofe se suman los cuestionamientos a las políticas de reconstrucción, que en algunos casos están privilegiado los recursos económicos por sobre los culturales.
El Colegio de Arquitectos de Chile, en conjunto con otros profesionales ha manifestado su preocupación por la conservación del patrimonio arquitectónico nacional, tan afectado por el terremoto y sus réplicas.
Según el Comité de Patrimonio del Colegio se está trabajando en base a la demolición indiscriminada de edificaciones, sin el previo estudio sobre su posible reparación, lo que finalmente culmina en la pérdida de valiosos inmuebles patrimoniales. Decisiones tomadas por los municipios que estarían privilegiando los recursos económicos por sobre los culturales.
Bajo esta premisa, el Comité ha elaborado un documento de contingencia que ha sido derivado a las distintas Direcciones de Obras Municipales de las zonas afectadas. En él se reúne las políticas y criterios prioritarios para conservar y recuperar el patrimonio arquitectónico y urbano afectado por el sismo.
Maryolaine Neely, arquitecta y presidenta del Comité, considera que la inversión que un país está dispuesto a hacer en reparaciones “depende del valor que una sociedad le da a su patrimonio”. Neely enfatiza además en que es evidente que en situaciones de emergencia como la acontecida los recursos sean limitados. Sin embargo, “debe haber una instancia de reflexión y ver cuáles son los canales de recuperación de nuestro patrimonio”, sugiere la presidenta del comité.
Esta necesaria valorización de la herencia arquitectónica de Chile, tanto de parte de las autoridades como de la sociedad, es a lo que un país como Chile debe aspirar. Así lo ha considerado Maryolaine Neely, quien lamenta las indiscriminadas demoliciones después de los anteriores sismos que han afectado a territorio nacional. “El país se ha desarrollado y nos parece que el costo de recuperar nuestro patrimonio es algo que se puede solventar”, aseveró Neely.
En tanto, el Consejo de Monumentos Nacionales reconoció que se está trabajando de acuerdo a la disposición de los municipios. Oscar Acuña, Secretario Ejecutivo del organismo, hace un llamado “a la pausa y la prudencia, porque no todo lo que está con grietas tiene que ser demolido necesariamente”. Muy al contrario de demoler, Acuña sugiere un “desarme que permita rescatar la identidad”. Para ello, esta consideración debe ser abordada en los programas de reconstrucción y en el aparato legislativo; un trabajo en conjunto que resguarde el mayor número de edificaciones.
El Secretario Ejecutivo del Consejo de Monumentos reconoció que se está presionando para que exista una mayor colaboración de parte del Gobierno y los privados. De esta forma se podrá entregar un apoyo económico más significativo a los municipios. Pues el resguardo patrimonial debe extenderse. No sólo los monumentos declarados como tal deben ser cuidados, sino todos los que alberguen la identidad de una comunidad, preservando su carácter y armonía.
Luego del terremoto que sacudió al país el pasado 27 de febrero han surgido diversos cuestionamientos. A las normas de construcción y a los débiles sistemas de alerta de emergencia. Pero ahora, después de los primeros días de la catástrofe se suman los cuestionamientos a las políticas de reconstrucción, que en algunos casos están privilegiado los recursos económicos por sobre los culturales.
El Colegio de Arquitectos de Chile, en conjunto con otros profesionales ha manifestado su preocupación por la conservación del patrimonio arquitectónico nacional, tan afectado por el terremoto y sus réplicas.
Según el Comité de Patrimonio del Colegio se está trabajando en base a la demolición indiscriminada de edificaciones, sin el previo estudio sobre su posible reparación, lo que finalmente culmina en la pérdida de valiosos inmuebles patrimoniales. Decisiones tomadas por los municipios que estarían privilegiando los recursos económicos por sobre los culturales.
Bajo esta premisa, el Comité ha elaborado un documento de contingencia que ha sido derivado a las distintas Direcciones de Obras Municipales de las zonas afectadas. En él se reúne las políticas y criterios prioritarios para conservar y recuperar el patrimonio arquitectónico y urbano afectado por el sismo.
Maryolaine Neely, arquitecta y presidenta del Comité, considera que la inversión que un país está dispuesto a hacer en reparaciones “depende del valor que una sociedad le da a su patrimonio”. Neely enfatiza además en que es evidente que en situaciones de emergencia como la acontecida los recursos sean limitados. Sin embargo, “debe haber una instancia de reflexión y ver cuáles son los canales de recuperación de nuestro patrimonio”, sugiere la presidenta del comité.
Esta necesaria valorización de la herencia arquitectónica de Chile, tanto de parte de las autoridades como de la sociedad, es a lo que un país como Chile debe aspirar. Así lo ha considerado Maryolaine Neely, quien lamenta las indiscriminadas demoliciones después de los anteriores sismos que han afectado a territorio nacional. “El país se ha desarrollado y nos parece que el costo de recuperar nuestro patrimonio es algo que se puede solventar”, aseveró Neely.
En tanto, el Consejo de Monumentos Nacionales reconoció que se está trabajando de acuerdo a la disposición de los municipios. Oscar Acuña, Secretario Ejecutivo del organismo, hace un llamado “a la pausa y la prudencia, porque no todo lo que está con grietas tiene que ser demolido necesariamente”. Muy al contrario de demoler, Acuña sugiere un “desarme que permita rescatar la identidad”. Para ello, esta consideración debe ser abordada en los programas de reconstrucción y en el aparato legislativo; un trabajo en conjunto que resguarde el mayor número de edificaciones.
El Secretario Ejecutivo del Consejo de Monumentos reconoció que se está presionando para que exista una mayor colaboración de parte del Gobierno y los privados. De esta forma se podrá entregar un apoyo económico más significativo a los municipios. Pues el resguardo patrimonial debe extenderse. No sólo los monumentos declarados como tal deben ser cuidados, sino todos los que alberguen la identidad de una comunidad, preservando su carácter y armonía.
Luego del terremoto que sacudió al país el pasado 27 de febrero han surgido diversos cuestionamientos. A las normas de construcción y a los débiles sistemas de alerta de emergencia. Pero ahora, después de los primeros días de la catástrofe se suman los cuestionamientos a las políticas de reconstrucción, que en algunos casos están privilegiado los recursos económicos por sobre los culturales.
El Colegio de Arquitectos de Chile, en conjunto con otros profesionales ha manifestado su preocupación por la conservación del patrimonio arquitectónico nacional, tan afectado por el terremoto y sus réplicas.
Según el Comité de Patrimonio del Colegio se está trabajando en base a la demolición indiscriminada de edificaciones, sin el previo estudio sobre su posible reparación, lo que finalmente culmina en la pérdida de valiosos inmuebles patrimoniales. Decisiones tomadas por los municipios que estarían privilegiando los recursos económicos por sobre los culturales.
Bajo esta premisa, el Comité ha elaborado un documento de contingencia que ha sido derivado a las distintas Direcciones de Obras Municipales de las zonas afectadas. En él se reúne las políticas y criterios prioritarios para conservar y recuperar el patrimonio arquitectónico y urbano afectado por el sismo.
Maryolaine Neely, arquitecta y presidenta del Comité, considera que la inversión que un país está dispuesto a hacer en reparaciones “depende del valor que una sociedad le da a su patrimonio”. Neely enfatiza además en que es evidente que en situaciones de emergencia como la acontecida los recursos sean limitados. Sin embargo, “debe haber una instancia de reflexión y ver cuáles son los canales de recuperación de nuestro patrimonio”, sugiere la presidenta del comité.
Esta necesaria valorización de la herencia arquitectónica de Chile, tanto de parte de las autoridades como de la sociedad, es a lo que un país como Chile debe aspirar. Así lo ha considerado Maryolaine Neely, quien lamenta las indiscriminadas demoliciones después de los anteriores sismos que han afectado a territorio nacional. “El país se ha desarrollado y nos parece que el costo de recuperar nuestro patrimonio es algo que se puede solventar”, aseveró Neely.
En tanto, el Consejo de Monumentos Nacionales reconoció que se está trabajando de acuerdo a la disposición de los municipios. Oscar Acuña, Secretario Ejecutivo del organismo, hace un llamado “a la pausa y la prudencia, porque no todo lo que está con grietas tiene que ser demolido necesariamente”. Muy al contrario de demoler, Acuña sugiere un “desarme que permita rescatar la identidad”. Para ello, esta consideración debe ser abordada en los programas de reconstrucción y en el aparato legislativo; un trabajo en conjunto que resguarde el mayor número de edificaciones.
El Secretario Ejecutivo del Consejo de Monumentos reconoció que se está presionando para que exista una mayor colaboración de parte del Gobierno y los privados. De esta forma se podrá entregar un apoyo económico más significativo a los municipios. Pues el resguardo patrimonial debe extenderse. No sólo los monumentos declarados como tal deben ser cuidados, sino todos los que alberguen la identidad de una comunidad, preservando su carácter y armonía.
