Esperando un pronunciamiento de la fiscalía cubana que retiene los bienes y haberes del empresario chileno Max Marambio en Cuba, solo podríamos especular, conspirar y quizás intrigar al respecto, tal como se ha hecho en el programa Radio Análisis.

A todo lo ahí dicho, yo agregaría que desde hace unos veinte años a esta parte, el proceso de corrupción de los altos mandos cubanos, en abierto desafío a las directivas de administración pulcra y leal, aumenta su frecuencia en el tiempo proporcionalmente al número de inversiones en dicho país.

El que no lo ha visto, estaría ciego. En el mejor de los casos, para toda la izquierda chilena que estaría directamente comprometida por su apoyo a Cuba, sería que esto fuera un problema originado en Cuba, parecido a un incidente en el cual un alto dignatario cubano estaba liado con el narcotráfico culminando con su inmediato fusilamiento, previo juicio.

De ser así, el problema con los bienes de Marambio, ya su responsabilidad no sería directa, pero esto no lo excluye de pena o condena en Cuba.

En Chile, esto sería un atenuante para la carrera política de Marambio y la incipiente trayectoria política de Ominami, la cual se encuentra al borde del precipicio a juzgar por su última intervención ante los medios de comunicación.

Personalmente pienso yo, a juzgar por los últimos veinte años de laConcertación,  la corrupción a hecho pie firme también en nuestro país, siendo ejercida por izquierda y derecha como podríamos estar apreciando, haciendo un balance a la información emitida por vuestra radio.

Así las cosas, todos estaríamos volando muy alto, perdiendo nuestro contacto con la tierra, con las raíces; las leyes, la moral, la ética, los principios democráticos, las estructuras políticas a prueba de las fallas humanas, el sentido común, el saber esperar a la generaciones que vienen a nuestro país, etc…etc…etc.

Enrique Salas.