El primero de abril comenzó el periodo de mayor contaminación a la capital y los centros relacionados con el Medio Ambiente prevén un año crítico en materia de contaminación. Una situación compleja para la ciudad, especialmente en materia de salud, donde la falta de camas y la crisis hospitalaria se anticipan aún más alarmantes por los efectos del terremoto.
Ante este escenario la solución es prevenir. Así es como la Comisión Nacional de Medio Ambiente (CONAMA), La Intendencia regional, la Dirección Meteorológica de Chile y el Centro Nacional de medio Ambiente de la Universidad de Chile (CENMA) idearon nuevas estrategias para apoyar el tan cuestionado modelo predictivo de Santiago.
Con una inversión que bordea el millón de dólares, el centro de la Universidad de Chile aseguró estar trabajando en nuevas tecnologías que permitan mejorar indirectamente la salud de las personas. Rodrigo Seguel, Jefe de la Unidad de Modelación y Gestión de Calidad de Aire, afirmó que han hecho “inversiones cercanas a los 400 millones de pesos en instrumental en los últimos dos años”, las que buscan combatir “la contaminación por ozono que ocurre en verano y la contaminación por partículas, que es la que ocurren en invierno”.
En este sentido, el ingeniero químico ambiental aseguró que “continuamos trabajando junto a la autoridad”, donde “el gobierno hace una transferencia importante de recursos” con el fin de potenciar el estudio del medio ambiental en Chile y mejorar la calidad de las mediciones sobre calidad del aire que se realizan en las distintas regiones en el país.
El experto indicó además, que en mayo y junio se realizaran seminarios, exposiciones y capacitaciones sobre calidad del aire y ozono. En aquellas instancias, expertos de nivel mundial como Erik Fugita, Barbara Zielinska y James Norris verán las condiciones ambientales en Chile y podrán contribuir en centros de máximo nivel para ayudar a resolver el problema de contaminación.
Pero esto no es todo, ya que la CONAMA, la Intendencia Regional y la Dirección Meteorológica de Chile invirtieron 200 millones de pesos en nuevos instrumentos de alta tecnología, las que buscan, al igual que el CENMA, mejorar la certeza en los pronósticos que se desarrollen durante la Gestión de Episodios Críticos 2010.
El Director de la CONAMA, Alejandro Donoso, aseguró que se espera que “se aumente la certeza, que tengamos mayor cantidad de datos para incluir en el modelo y ser más responsables cuando tenemos que decretar episodios críticos en Santiago”.
Las herramientas adquiridas por las autoridades son LIDAR y los Globos Radiosonda. La primera tiene como función principal monitorear en tiempo real la densidad atmosférica. Es decir, una información rápida y reciente de cuál es la situación de contaminación en la capital.
En tanto que los Globos Radiosonda acceden hasta una superficie de diez mil metros, permitiendo determinar con mayor exactitud el nivel de estabilidad de la atmosfera local y su probable evolución.
Recordemos que la capital se rige por un plan de Contaminación de episodios Críticos (GEC), que comienza a operar el primero de abril de cada año y termina el 31 de agosto.
Preemergencia
Ayer vivimos la primera preemergencia ambiental del año en Santiago. Sin embargo, ésta se dio sobre la marcha, púes ante las deficiencias de los sistemas de pronóstico, la Intendencia Metropolitana sólo decretó alerta ambiental preventiva.
La calidad del aire llegó a niveles críticos en Pudahuel, con un índice máximo de 376, la concentración más alta del año en esa zona. Además, Cerro Navia registró un índice Icap de 258, lo que implica una calidad de aire “mala”. El área norte de Santiago tampoco mostró una mejoría, ya que regirtró 171 puntos, lo que es considerado “regular”.
Se trata de la segunda vez durante este año que la intendencia no decreta un episodio, a pesar de que efectivamente se registra. El primero de ellos fue el 30 de abril pasado, cuando se produjo una alerta ambiental y el gobierno no ejecutó medida preventiva alguna.
Ante este escenario el intendente de la Región Metropolitana, Fernando Echeverría, declaró que efectivamente “se empeoró la situación y tenemos que prepararnos para mejorar el aire”.
Decretar una preemergencia implica restricción vehicular adicional, se prohíbe la quema de leña y paralizan 842 fuentes fijas en Santiago. Además, quedan con prohibición de circular vehículos catalíticos con dos números y no catalíticos con cuatro dígitos.
Quienes no cumplan las medidas dispuestas por la autoridad, de exponen a multas que pueden alcanzar hasta las 1000 UTM.