El Papa afirmó hoy que el aborto y los matrimonios entre personas del mismo sexo son opuestos al “bien común”, y apoyó las iniciativas que tutelen la vida desde el momento de la concepción, así como la familia, “basada en el matrimonio indisoluble entre un hombre y una mujer”.
Benedicto XVI hizo estas declaraciones en el discurso que dirigió a las asociaciones católicas dedicadas a la pastoral social, con las que se reunió hoy en la iglesia de la Santísima Trinidad, luego de la misa que celebró en la explanada del santuario de Fátima, a la que asistieron más de medio millón de personas.