“Yo sé que no todas las cosas se hacen perfectas, yo sé que algunas de las mediaguas, cierto, se llueven y era inevitable, pero quiero decir que no nos hemos quedado tranquilos después de los temporales”. Declaración histórica de Piñera hablando hoy en La Moneda, con ocasión de celebrar el día del Teatro. En seguida agregó:
“Espero poder anunciar ojalá el día de mañana que vamos a impermeabilizar en un periodo récord de 10 días todas las viviendas que se llovieron”. El presidente terminó informando que esta faena se ejecutará mediante la aplicación de un mágico producto canadiense a todas las mediaguas que se llueven.
No señor Piñera. No era inevitable hacer malas mediaguas, como no lo fue en todas las emergencias conocidas en Chile a partir del terremoto de Chillán en 1939.
Usted, con su nueva forma de gobernar, ha innovado en esta materia al entregar un producto desechable.
El 13 de Marzo, al observar por televisión las primeras mediaguas confeccionadas por Un Techo para Chile, escribí un documento llamado Mediaguitas, llamando la atención por la calidad del producto. Señalé que los tabiques carecían de diagonales; que las mediaguas no consultaban aleros y que los poyos de fundación no estaban impregnados. Me quedé corto. No reparé en la ausencia de una capa de fieltro para la impermeabilización de muros y techumbre y no podía saber la mala calidad de los tinglados de madera, lo cual hace imposible la hermeticidad de la unión entre piezas. También ignoraba entonces que las actuales mediaguas se entregan sin ventanas ni puerta propiamente tal, sino que con tapas del mismo tinglado. Esta fórmula hace imposible el sello de dichos elementos con los muros.
La primera lluvia dejó el fraude al desnudo. Las mediaguas son un coladero por lado y costado y también por arriba. El anegamiento interior levantó los entablados del piso, humedeciendo los pocos enseres salvados de la catástrofe del 27 de Febrero o los adquiridos posteriormente.
Hoy día el Presidente nos da a conocer un nuevo Mejoral. Un producto canadiense que se aplicará en 10 días a las 40 mil mediaguas levantadas hasta ahora. Dado que los paramentos de cada mediagua consultan una superficie de 43,2 m2, para impermeabilizarlas todas, será necesario aplicar este producto sobre una superficie de 1.728.000 m2. Si la faena se realiza en el lapso de 10 días, la meta es cubrir diariamente 172.800 m2, tarea francamente titánica.
La verdad es que esta fórmula es una tontería. La solución no va por ahí. No habrá sello o impermeabilizante que cubra las uniones de tinglados de madera que no están secos. Las lluvias recién comienzan y los tinglados continuarán hinchándose y rompiendo los sellos que se les aplique, una y otra vez.
A estas alturas la solución consiste en aplicar un nuevo revestimiento sobre el existente, ya sea de madera tinglada o de planchas de zincalum, que podrían ser del tipo 5V y del menor espesor: 0,35 mm. considerando que se colocan sobre un entablado. Antes de aplicar este nuevo revestimiento debe colocarse una capa de fieltro asfáltico de 15 libras, puesto en forma horizontal y con un traslapo no menor a 5cm. Por cierto que es igualmente necesario colocar ventanas normales ya sea de madera o de aluminio, que aseguren un sello adecuado en la unión con los paramentos.
Es lamentable lo que han debido sobrellevar las familias damnificadas con el reciente terremoto, como consecuencia de la incompetencia de las políticas y los profesionales al servicio del actual gobierno. Es un agravio gratuito inferido a la dignidad de miles de compatriotas. Es inaceptable el precio que debemos pagar todos los chilenos por el despilfarro de los recursos públicos.
Lo ocurrido es otra expresión de las consecuencias originadas por el desmantelamiento del aparato estatal. En el pasado, las emergencias se cubrieron instalando en las propias zonas afectadas fábricas de mediaguas, que sólo requieren para su funcionamiento, una sierra y la provisión de madera con un inspector fiscal en terreno verificando su calidad.
Es verdad señor Piñera, se puede no hacer las cosas perfectas, pero no se puede hacerlas impresentables.
Miguel Lawner
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