En todo un impulso para la campaña “Patagonia sin represas” se convirtió la acogida por parte de Canadá de una denuncia contra el proyecto HidroAysén, fundamentado en que éste transgrediría los términos del Tratado de Libre Comercio establecido entre ambos países.
Ello porque el convenio comercial incluye el reconocer ciertos acuerdos ambientales, como el Tratado de Medio Ambiente entre Chile y Argentina, que nuestro país estaría vulnerando al no consultar al país vecino antes de construir un proyecto que implica el uso de aguas compartidas.
En el programa Semáforo de Radio Universidad de Chile, Patricio Rodrigo, secretario ejecutivo del Consejo de Defensa de la Patagonia recalcó que este llamado al orden por parte del Estado canadiense es un nuevo impulso para la campaña en contra de Hidroaysén.
Rodrigo, quien es además académico de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, recordó que desde 2007 surgió la iniciativa de oponerse a la represa hidroeléctrica de la empresa italiana ENEL, controladora de Endesa, que implicaría la construcción de seis mil torres de alta tensión de más de 70 metros de altura, lo que alteraría el paisaje de la Patagonia y el país en general.
El ambientalista enfatizó que el 98 por ciento de las aguas de la región quedaron en manos de la firma privada, en una maniobra legal que ilegítimamente despojó a los pobladores del derecho a usarlas. “Han dejado sin agua a la zona, es una locura. De hecho tenemos un recurso puesto en el Tribunal de la Libre Competencia por el monopolio del agua, porque encontramos que es una aberración jurídica, política, social y ambiental que eso pueda ocurrir, pero está ocurriendo”, acusó.
El secretario ejecutivo del Consejo de Defensa de la Patagonia advirtió que HidroAysén implicará ganancias para la transnacional del orden de 1.400 millones de dólares al año por el uso de la energía por parte de las mineras y por ello se entiende, a su juicio, que el proyecto aún no sea descartado.
Patricio Rodrigo enfatizó que hay otras alternativas energéticas y manifestó su esperanza de que el Gobierno tome las decisiones más acertadas. “Esperemos que se ponga en orden lo que los anteriores gobiernos no pudieron ordenar, principalmente por culpa del lobby. Además hay un vínculo perverso entre la política y los negocios y es así como estas empresas han sido muy hábiles para captar personas del Gobierno anterior e incorporarlas en sus directorios (…) Sacrifican el bien público por interés económico y político”, subrayó.
Cabe señalar que la campaña Patagonia Sin Represas recibió además el apoyo de europarlamentarios en Bruselas, quienes se comprometieron a realizar gestiones para evitar la eventual destrucción de esa zona de Chile.
En todo un impulso para la campaña “Patagonia sin represas” se convirtió la acogida por parte de Canadá de una denuncia contra el proyecto HidroAysén, fundamentado en que éste transgrediría los términos del Tratado de Libre Comercio establecido entre ambos países.
Ello porque el convenio comercial incluye el reconocer ciertos acuerdos ambientales, como el Tratado de Medio Ambiente entre Chile y Argentina, que nuestro país estaría vulnerando al no consultar al país vecino antes de construir un proyecto que implica el uso de aguas compartidas.
En el programa Semáforo de Radio Universidad de Chile, Patricio Rodrigo, secretario ejecutivo del Consejo de Defensa de la Patagonia recalcó que este llamado al orden por parte del Estado canadiense es un nuevo impulso para la campaña en contra de Hidroaysén.
Rodrigo, quien es además académico de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, recordó que desde 2007 surgió la iniciativa de oponerse a la represa hidroeléctrica de la empresa italiana ENEL, controladora de Endesa, que implicaría la construcción de seis mil torres de alta tensión de más de 70 metros de altura, lo que alteraría el paisaje de la Patagonia y el país en general.
El ambientalista enfatizó que el 98 por ciento de las aguas de la región quedaron en manos de la firma privada, en una maniobra legal que ilegítimamente despojó a los pobladores del derecho a usarlas. “Han dejado sin agua a la zona, es una locura. De hecho tenemos un recurso puesto en el Tribunal de la Libre Competencia por el monopolio del agua, porque encontramos que es una aberración jurídica, política, social y ambiental que eso pueda ocurrir, pero está ocurriendo”, acusó.
El secretario ejecutivo del Consejo de Defensa de la Patagonia advirtió que HidroAysén implicará ganancias para la transnacional del orden de 1.400 millones de dólares al año por el uso de la energía por parte de las mineras y por ello se entiende, a su juicio, que el proyecto aún no sea descartado.
Patricio Rodrigo enfatizó que hay otras alternativas energéticas y manifestó su esperanza de que el Gobierno tome las decisiones más acertadas. “Esperemos que se ponga en orden lo que los anteriores gobiernos no pudieron ordenar, principalmente por culpa del lobby. Además hay un vínculo perverso entre la política y los negocios y es así como estas empresas han sido muy hábiles para captar personas del Gobierno anterior e incorporarlas en sus directorios (…) Sacrifican el bien público por interés económico y político”, subrayó.
Cabe señalar que la campaña Patagonia Sin Represas recibió además el apoyo de europarlamentarios en Bruselas, quienes se comprometieron a realizar gestiones para evitar la eventual destrucción de esa zona de Chile.
En todo un impulso para la campaña “Patagonia sin represas” se convirtió la acogida por parte de Canadá de una denuncia contra el proyecto HidroAysén, fundamentado en que éste transgrediría los términos del Tratado de Libre Comercio establecido entre ambos países.
Ello porque el convenio comercial incluye el reconocer ciertos acuerdos ambientales, como el Tratado de Medio Ambiente entre Chile y Argentina, que nuestro país estaría vulnerando al no consultar al país vecino antes de construir un proyecto que implica el uso de aguas compartidas.
En el programa Semáforo de Radio Universidad de Chile, Patricio Rodrigo, secretario ejecutivo del Consejo de Defensa de la Patagonia recalcó que este llamado al orden por parte del Estado canadiense es un nuevo impulso para la campaña en contra de Hidroaysén.
Rodrigo, quien es además académico de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, recordó que desde 2007 surgió la iniciativa de oponerse a la represa hidroeléctrica de la empresa italiana ENEL, controladora de Endesa, que implicaría la construcción de seis mil torres de alta tensión de más de 70 metros de altura, lo que alteraría el paisaje de la Patagonia y el país en general.
El ambientalista enfatizó que el 98 por ciento de las aguas de la región quedaron en manos de la firma privada, en una maniobra legal que ilegítimamente despojó a los pobladores del derecho a usarlas. “Han dejado sin agua a la zona, es una locura. De hecho tenemos un recurso puesto en el Tribunal de la Libre Competencia por el monopolio del agua, porque encontramos que es una aberración jurídica, política, social y ambiental que eso pueda ocurrir, pero está ocurriendo”, acusó.
El secretario ejecutivo del Consejo de Defensa de la Patagonia advirtió que HidroAysén implicará ganancias para la transnacional del orden de 1.400 millones de dólares al año por el uso de la energía por parte de las mineras y por ello se entiende, a su juicio, que el proyecto aún no sea descartado.
Patricio Rodrigo enfatizó que hay otras alternativas energéticas y manifestó su esperanza de que el Gobierno tome las decisiones más acertadas. “Esperemos que se ponga en orden lo que los anteriores gobiernos no pudieron ordenar, principalmente por culpa del lobby. Además hay un vínculo perverso entre la política y los negocios y es así como estas empresas han sido muy hábiles para captar personas del Gobierno anterior e incorporarlas en sus directorios (…) Sacrifican el bien público por interés económico y político”, subrayó.
Cabe señalar que la campaña Patagonia Sin Represas recibió además el apoyo de europarlamentarios en Bruselas, quienes se comprometieron a realizar gestiones para evitar la eventual destrucción de esa zona de Chile.
