Ha surgido un nuevo foco de discusión en el sector salud que distrae y evita enfrentar los problemas urgentes en la salud pública de hoy. Un informe del Banco Mundial sobre la carencia de especialistas en el sistema público, un hallazgo archi conocido y cuya resolución tomará años.
Seguir haciendo las cosas como se hacen hoy sólo aumentará el problema. El tema no son las camas hospitalarias y los especialistas sino la administración municipal de la atención de salud y su urgente profesionalización.
La población no encuentra en el consultorio municipal de su barrio la solución de sus necesidades. La alta rotación de los médicos, la falta de medicamentos y la derivación al especialista a la primera dificultad hacen del consultorio una instancia cada vez menos elegible. La saturación de los hospitales y de las consultas de especialistas tiene su origen en la baja capacidad que tienen los consultorios para resolver realmente los problemas de sus vecinos.
La primera tarea y urgente es fortalecerlos con medicamentos, tecnología, asistencia técnica de especialistas, nuevos horarios de atención y servicios de urgencia. A eso hay que sumarle un cambio de actitud de sus funcionarios, atentos, proactivos, amables, dispuestos a anticipar los problemas de la población que tienen a cargo.
Es un trabajo que requiere de estabilidad en los equipos municipales; de direcciones profesionales y no exclusivamente de la confianza del alcalde; de incentivos adecuados principalmente de desarrollo profesional.
Sin ese sustrato será muy difícil reposicionar a la salud municipal y se correrá el riesgo de lo ocurrido en educación, una migración y búsqueda de soluciones en la atención privada.
Seguirse preocupando insistentemente de las camas hospitalarias y de la dotación de especialistas es hacerle el quite al problema principal, dar soluciones asistenciales oportunas y de calidad lo más cerca de la población. Cumplir con el acceso universal y de calidad a que se comprometió el AUGE.
Las nuevas autoridades tienen en sus manos la oportunidad de reconstruir también el sistema público de salud.