ONU aprueba nuevas sanciones contra Teherán
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas resolvió este miércoles por 12 votos contra dos y una abstención aumentar las sanciones contre el régimen iraní por su programa nuclear. Brasil y Turquía se opusieron; Líbano se abstuvo.
Radio Francia Internacional
Miércoles 9 de junio 2010 15:34 hrs.
El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó este miércoles en Nueva York la resolución 1929 que retoma y amplía las sanciones decididas contra Irán en 2006, 2007 y 2008 para intentar convencer a la República Islámica de suspender sus actividades nucleares.
La iniciativa fue impulsada por Estados Unidos y apoyada por Alemania, Francia y Gran Bretaña, que sospechan que el programa atómico iraní tiene fines militares y no civiles, como afirma Teherán.
Al texto se opusieron dos de los diez miembros no permanentes del Consejo de Seguridad, Brasil y Turquía, quienes suscribieron en mayo con Teherán un canje de combustible nuclear en territorio turco para encontrar una solución negociada a la crisis.
Líbano, otro de los miembros no permanentes del Consejo, prefirió abstenerse a la hora de votar.
La resolución adoptada este miércoles prevé que Irán no podrá invertir en el extranjero en actividades consideras “sensibles”, como minas de uranio, mientras que los navíos iraníes podrán ser inspeccionados en alta mar. Hasta el momento, estos sólo podían ser controlados en los puertos.
Por otro lado, el texto prohíbe a Teherán comprar armas pesadas, como tanques.
Los anexos de la resolución comprenden una lista de personas, entidades y de bancos de nacionalidad iraní afectados que se suman a las sanciones individuales preexistentes. Esto incluye un congelamiento de los activos financieros, industriales y otras transacciones comerciales, así como la prohibición de viajar al exterior.
El texto sólo menciona explícitamente entre los individuos concernidos a Javad Rahiqi, jefe del Centro de Tecnología nuclear de Ispahan de la Organización Iraní de Energía Atómica, mientras 40 entidades y bancos figuran con sus nombres.
El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó este miércoles en Nueva York la resolución 1929 que retoma y amplía las sanciones decididas contra Irán en 2006, 2007 y 2008 para intentar convencer a la República Islámica de suspender sus actividades nucleares.
La iniciativa fue impulsada por Estados Unidos y apoyada por Alemania, Francia y Gran Bretaña, que sospechan que el programa atómico iraní tiene fines militares y no civiles, como afirma Teherán.
Al texto se opusieron dos de los diez miembros no permanentes del Consejo de Seguridad, Brasil y Turquía, quienes suscribieron en mayo con Teherán un canje de combustible nuclear en territorio turco para encontrar una solución negociada a la crisis.
Líbano, otro de los miembros no permanentes del Consejo, prefirió abstenerse a la hora de votar.
La resolución adoptada este miércoles prevé que Irán no podrá invertir en el extranjero en actividades consideras “sensibles”, como minas de uranio, mientras que los navíos iraníes podrán ser inspeccionados en alta mar. Hasta el momento, estos sólo podían ser controlados en los puertos.
Por otro lado, el texto prohíbe a Teherán comprar armas pesadas, como tanques.
Los anexos de la resolución comprenden una lista de personas, entidades y de bancos de nacionalidad iraní afectados que se suman a las sanciones individuales preexistentes. Esto incluye un congelamiento de los activos financieros, industriales y otras transacciones comerciales, así como la prohibición de viajar al exterior.
El texto sólo menciona explícitamente entre los individuos concernidos a Javad Rahiqi, jefe del Centro de Tecnología nuclear de Ispahan de la Organización Iraní de Energía Atómica, mientras 40 entidades y bancos figuran con sus nombres.
El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó este miércoles en Nueva York la resolución 1929 que retoma y amplía las sanciones decididas contra Irán en 2006, 2007 y 2008 para intentar convencer a la República Islámica de suspender sus actividades nucleares.
La iniciativa fue impulsada por Estados Unidos y apoyada por Alemania, Francia y Gran Bretaña, que sospechan que el programa atómico iraní tiene fines militares y no civiles, como afirma Teherán.
Al texto se opusieron dos de los diez miembros no permanentes del Consejo de Seguridad, Brasil y Turquía, quienes suscribieron en mayo con Teherán un canje de combustible nuclear en territorio turco para encontrar una solución negociada a la crisis.
Líbano, otro de los miembros no permanentes del Consejo, prefirió abstenerse a la hora de votar.
La resolución adoptada este miércoles prevé que Irán no podrá invertir en el extranjero en actividades consideras “sensibles”, como minas de uranio, mientras que los navíos iraníes podrán ser inspeccionados en alta mar. Hasta el momento, estos sólo podían ser controlados en los puertos.
Por otro lado, el texto prohíbe a Teherán comprar armas pesadas, como tanques.
Los anexos de la resolución comprenden una lista de personas, entidades y de bancos de nacionalidad iraní afectados que se suman a las sanciones individuales preexistentes. Esto incluye un congelamiento de los activos financieros, industriales y otras transacciones comerciales, así como la prohibición de viajar al exterior.
El texto sólo menciona explícitamente entre los individuos concernidos a Javad Rahiqi, jefe del Centro de Tecnología nuclear de Ispahan de la Organización Iraní de Energía Atómica, mientras 40 entidades y bancos figuran con sus nombres.
