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Año XVI, 28 de marzo de 2024


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Bronislaw Komorowski será el nuevo presidente polaco

Bronislaw Komorowski se impuso el domingo 4 de julio en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales polacas. El candidato liberal, respaldado por el Primer ministro Donald Tusk, obtuvo más del 53 por ciento de los votos frante a Jaroslaw Kaczynski, hermano mellizo del anterior presidente, Lech Kaczynski, fallecido en un accidente aéreo el 10 de abril.

RFI

  Lunes 5 de julio 2010 10:18 hrs. 
Radio-Uchile

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Ampliamente favoritos para las presidenciales antes del trágico accidente que costara la vida, tres meses atrás, a Lech Kaczynski, los Liberales lograron por fin su objetivo pero mucho más difícilmente que lo previsto. El escaso carisma de su candidato, Bronislaw Komorowski y la emoción suscitada por la muerte de su predecesor y la consiguiente simpatía despertada por su hermano mellizo y candidato del partido Derecho y Justicia, Jaroslaw, acabaron por reducir distancias. Para complicar las cosas, la fecha escogida para esta segunda vuelta, ya en pleno período estival, amenazaba con penalizar al candidato liberal, ya que una mayor parte de su electorado, más urbano y educado, podía encontrase de vacaciones y abstenerse de votar.

De hecho, la escasa participación, apenas superior al 56 por ciento, fue interpretado como una señal a favor de Kaczynski. Pero el cómputo de votos despejó rápidamente las dudas al mostrar una clara ventaja a favor de Komorowski, que superó el 53 por ciento de los sufragios. Y Jaroslaw Kaczynski reconoció rápidamente su derrota, felicitando al vencedor.

La campaña electoral, menos virulenta que en anteriores elecciones debido a las circunstancias trágicas que la precedieron y a las importantes inundaciones que afectaron a parte del país, revelaron a pesar de todo la marcada división entre la Polonia conservadora rural, de cierta edad y con una educación limitada, y la Polonia de las grandes ciudades, más joven y abierta al mundo.

Jaroslaw Kaczynski intentó ampliar su electorado más allá de la primera categoría, tratando de borrar su imagen de antieuropeo intransigente, y en parte lo consiguió acusando a su adversario de querer recortar ciertas ayudas sociales. Bronislaw Komorowski intentó a su vez compensar su escaso carisma haciendo gala de un espíritu abierto con el eslogan “el entendimiento es constructivo”. Su elección acabará en todo caso con la difícil cohabitación entre un Primer ministro liberal, Donald Tusk, y el extinto presidente conservador Lech Kaczynski. Una nueva era recibida con alivio y satisfacción en las capitales europeas.

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