El Parlamento francés discute desde el miércoles sobre la prohibición del velo integral en todos los espacios públicos, tanto en la calle como en los edificios del Estado, una norma que parece ser que salvará el trámite parlamentario y se aplicará en primavera.
El Partido socialista francés (PS) ha decidido finalmente optar por la abstención, ante el apoyo que la regulación planteada por el Gobierno tiene en la calle y la división existente en su propio partido respecto al tema. “Por responsabilidad, los socialistas no pondremos ningún obstáculo a la tramitación de la ley: los franceses no lo entenderían”, dijo el portavoz del PS, Jean-Marc Ayrault.
Hace tan sólo unos meses, el PS anunciaba a través de Benoít Hamon, otro de sus portavoces que no apoyarían la ley. “El PS se opone totalmente” a una “ley de circunstancias”, y ello porque “no incumbe a un Estado el apreciar cuál es la buena interpretación de Escrituras o sobre lo que estaría o no en el Corán”, aseguró el partido a principios de año.
Las dudas entre las filas socialistas son evidentes. De hecho, es posible que algunos diputados socialistas, como Manuel Valls –según AFP-, voten a favor del texto. Otra parte del partido aboga por votar en contra después de las reservas emitidas por el Consejo Constitucional y del Consejo de Estado, la más alta instancia administrativa de Francia.
Si se cumplen las previsiones, Francia se convertirá en el segundo país, después de Bélgica, que decide prohibir prendas como el burka o el niqab. El texto aprobado por el gabinete de ministros estipula que quien contravenga la norma deberá pagar una multa de 150 euros o realizar un curso sobre los valores de la ciudadanía francesa. Del mismo modo, la ley establece una multa importante para aquellos hombres que obliguen a su pareja mediante “amenazas o violencia, abuso de poder o de autoridad” a usar el velo integral. Será considerado como un delito de “instigación para ocultar el rostro” y será penado con una sanción de 15.000 euros.
¿Radicalización?
Francia alberga a la mayor comunidad musulmana de Europa con unas seis millones de personas, aunque sólo unas 2.000 mujeres usan el velo islámico integral. En otros países europeos el debate se repite. Además de Bélgica, en España el Senado ha aprobado una moción que insta al Gobierno a estudiar su prohibición. Procesos similares están en marcha en Holanda, Dinamarca o en Italia.
¿Es positivo prohibir este tipo de prendas para luchar contra el extremismo? Hay opiniones para todos los gustos. “No es un problema de religión, es una cuestión de dignidad y de transparencia”, declaró al comienzo de su intervención la ministra de Justicia, Michèlle Alliot-Marie, quien esgrimió razones de “orden público” para defender el proyecto de ley.
En España, el Partido Socialista, actualmente en el poder, considera que la prenda atenta contra “la dignidad de la mujer”, pero que prohibirlo tendrá un ‘efecto reacción’ que alimentará el extremismo.
Otra opinión, que suena un tanto más amenazante, la ha emitido el imán Omar Bakri Mohammad en una entrevista exclusiva en la radio española Cadena SER. “Ellos creen que prohibir a las mujeres musulmanas usar el burka va a hacer a Francia más segura, pero al contrario, esto va a hacer que los musulmanes que viven en Francia apoyen más a Al Qaeda”, ha dicho.
Bakri, que fue imán durante 19 años en Reino Unido, fundó la organización extremista islámica Al Muhajiroun, que tenía como objetivo establecer un Califato Mundial basado en una doctrina del Islam muy radical. La policía británica sospecha que instó y participó económicamente en los atentados de de Londres. En una de sus predicaciones, llegó a calificar a los kamikazes autores de los atentados del 11-S en Estados Unidos como “los 19 magníficos”.
El Parlamento francés discute desde el miércoles sobre la prohibición del velo integral en todos los espacios públicos, tanto en la calle como en los edificios del Estado, una norma que parece ser que salvará el trámite parlamentario y se aplicará en primavera.
El Partido socialista francés (PS) ha decidido finalmente optar por la abstención, ante el apoyo que la regulación planteada por el Gobierno tiene en la calle y la división existente en su propio partido respecto al tema. “Por responsabilidad, los socialistas no pondremos ningún obstáculo a la tramitación de la ley: los franceses no lo entenderían”, dijo el portavoz del PS, Jean-Marc Ayrault.
Hace tan sólo unos meses, el PS anunciaba a través de Benoít Hamon, otro de sus portavoces que no apoyarían la ley. “El PS se opone totalmente” a una “ley de circunstancias”, y ello porque “no incumbe a un Estado el apreciar cuál es la buena interpretación de Escrituras o sobre lo que estaría o no en el Corán”, aseguró el partido a principios de año.
Las dudas entre las filas socialistas son evidentes. De hecho, es posible que algunos diputados socialistas, como Manuel Valls –según AFP-, voten a favor del texto. Otra parte del partido aboga por votar en contra después de las reservas emitidas por el Consejo Constitucional y del Consejo de Estado, la más alta instancia administrativa de Francia.
Si se cumplen las previsiones, Francia se convertirá en el segundo país, después de Bélgica, que decide prohibir prendas como el burka o el niqab. El texto aprobado por el gabinete de ministros estipula que quien contravenga la norma deberá pagar una multa de 150 euros o realizar un curso sobre los valores de la ciudadanía francesa. Del mismo modo, la ley establece una multa importante para aquellos hombres que obliguen a su pareja mediante “amenazas o violencia, abuso de poder o de autoridad” a usar el velo integral. Será considerado como un delito de “instigación para ocultar el rostro” y será penado con una sanción de 15.000 euros.
¿Radicalización?
Francia alberga a la mayor comunidad musulmana de Europa con unas seis millones de personas, aunque sólo unas 2.000 mujeres usan el velo islámico integral. En otros países europeos el debate se repite. Además de Bélgica, en España el Senado ha aprobado una moción que insta al Gobierno a estudiar su prohibición. Procesos similares están en marcha en Holanda, Dinamarca o en Italia.
¿Es positivo prohibir este tipo de prendas para luchar contra el extremismo? Hay opiniones para todos los gustos. “No es un problema de religión, es una cuestión de dignidad y de transparencia”, declaró al comienzo de su intervención la ministra de Justicia, Michèlle Alliot-Marie, quien esgrimió razones de “orden público” para defender el proyecto de ley.
En España, el Partido Socialista, actualmente en el poder, considera que la prenda atenta contra “la dignidad de la mujer”, pero que prohibirlo tendrá un ‘efecto reacción’ que alimentará el extremismo.
Otra opinión, que suena un tanto más amenazante, la ha emitido el imán Omar Bakri Mohammad en una entrevista exclusiva en la radio española Cadena SER. “Ellos creen que prohibir a las mujeres musulmanas usar el burka va a hacer a Francia más segura, pero al contrario, esto va a hacer que los musulmanes que viven en Francia apoyen más a Al Qaeda”, ha dicho.
Bakri, que fue imán durante 19 años en Reino Unido, fundó la organización extremista islámica Al Muhajiroun, que tenía como objetivo establecer un Califato Mundial basado en una doctrina del Islam muy radical. La policía británica sospecha que instó y participó económicamente en los atentados de de Londres. En una de sus predicaciones, llegó a calificar a los kamikazes autores de los atentados del 11-S en Estados Unidos como “los 19 magníficos”.
El Parlamento francés discute desde el miércoles sobre la prohibición del velo integral en todos los espacios públicos, tanto en la calle como en los edificios del Estado, una norma que parece ser que salvará el trámite parlamentario y se aplicará en primavera.
El Partido socialista francés (PS) ha decidido finalmente optar por la abstención, ante el apoyo que la regulación planteada por el Gobierno tiene en la calle y la división existente en su propio partido respecto al tema. “Por responsabilidad, los socialistas no pondremos ningún obstáculo a la tramitación de la ley: los franceses no lo entenderían”, dijo el portavoz del PS, Jean-Marc Ayrault.
Hace tan sólo unos meses, el PS anunciaba a través de Benoít Hamon, otro de sus portavoces que no apoyarían la ley. “El PS se opone totalmente” a una “ley de circunstancias”, y ello porque “no incumbe a un Estado el apreciar cuál es la buena interpretación de Escrituras o sobre lo que estaría o no en el Corán”, aseguró el partido a principios de año.
Las dudas entre las filas socialistas son evidentes. De hecho, es posible que algunos diputados socialistas, como Manuel Valls –según AFP-, voten a favor del texto. Otra parte del partido aboga por votar en contra después de las reservas emitidas por el Consejo Constitucional y del Consejo de Estado, la más alta instancia administrativa de Francia.
Si se cumplen las previsiones, Francia se convertirá en el segundo país, después de Bélgica, que decide prohibir prendas como el burka o el niqab. El texto aprobado por el gabinete de ministros estipula que quien contravenga la norma deberá pagar una multa de 150 euros o realizar un curso sobre los valores de la ciudadanía francesa. Del mismo modo, la ley establece una multa importante para aquellos hombres que obliguen a su pareja mediante “amenazas o violencia, abuso de poder o de autoridad” a usar el velo integral. Será considerado como un delito de “instigación para ocultar el rostro” y será penado con una sanción de 15.000 euros.
¿Radicalización?
Francia alberga a la mayor comunidad musulmana de Europa con unas seis millones de personas, aunque sólo unas 2.000 mujeres usan el velo islámico integral. En otros países europeos el debate se repite. Además de Bélgica, en España el Senado ha aprobado una moción que insta al Gobierno a estudiar su prohibición. Procesos similares están en marcha en Holanda, Dinamarca o en Italia.
¿Es positivo prohibir este tipo de prendas para luchar contra el extremismo? Hay opiniones para todos los gustos. “No es un problema de religión, es una cuestión de dignidad y de transparencia”, declaró al comienzo de su intervención la ministra de Justicia, Michèlle Alliot-Marie, quien esgrimió razones de “orden público” para defender el proyecto de ley.
En España, el Partido Socialista, actualmente en el poder, considera que la prenda atenta contra “la dignidad de la mujer”, pero que prohibirlo tendrá un ‘efecto reacción’ que alimentará el extremismo.
Otra opinión, que suena un tanto más amenazante, la ha emitido el imán Omar Bakri Mohammad en una entrevista exclusiva en la radio española Cadena SER. “Ellos creen que prohibir a las mujeres musulmanas usar el burka va a hacer a Francia más segura, pero al contrario, esto va a hacer que los musulmanes que viven en Francia apoyen más a Al Qaeda”, ha dicho.
Bakri, que fue imán durante 19 años en Reino Unido, fundó la organización extremista islámica Al Muhajiroun, que tenía como objetivo establecer un Califato Mundial basado en una doctrina del Islam muy radical. La policía británica sospecha que instó y participó económicamente en los atentados de de Londres. En una de sus predicaciones, llegó a calificar a los kamikazes autores de los atentados del 11-S en Estados Unidos como “los 19 magníficos”.
