“Condeno este acto bárbaro, odioso, que acaba de causar una víctima inocente (…) que dedicaba su tiempo a ayudar a la población local”, declaró el presidente francés Nicolas Sarkozy en una intervención televisada, condenando un “asesinato a sangre fría”.
“Su muerte demuestra que estamos ante una gente que no tiene ningún respeto por la vida humana”, añadió el mandatario.
Michel Germaneau estaba comprometido con la acción humanitaria y había partido rumbo a Níger para trabajar en una escuela creada por su ONG, antes de ser secuestrado el 19 de abril. Su suerte quedó sellada el jueves, luego del fracaso de un operativo del ejército mauritano con apoyo de Francia en Mali para rescatarlo.
El mandatario francés justificó el fallido operativo de rescate, estimando que era “un deber” liberar a Germaneau y que la ejecución no estuvo precedida “del menor inicio de diálogo con las autoridades francesas”. Además prometió que el asesinato del rehén no quedará “impune”.
El domingo, el jefe de AQMI, Abu Musab Abdel Wadud, anunció que la organización había “ejecutado” al rehén en una grabación difundida en la cadena de televisión Al Jazira.
“Anunciamos que ejecutamos al rehén francés llamado Michel Germaneau el sábado 24 de julio para vengar a nuestros seis hermanos muertos en la cobarde operación de Francia” junto a las fuerzas mauritanas contra una unidad de Al Qaida, declaró Abu Mussab AbdelWadud.
El sábado, un responsable francés de la cartera de Defensa había anunciado que militares franceses junto a soldados mauritanos participaron el jueves 22 de julio en una operación militar en el desierto de Mali contra un grupo de AQMI, creyendo haber localizado al rehén. Sin embargo, la operación terminó siendo un fracaso: el ingeniero francés no se encontraba en la base atacada.
Siete miembros del grupo terrorista murieron en esta operación mientras que cuatro lograron escaparse, según fuentes mauritanas.
AQMI, que opera en una zona desértica entre Mali, Níger, Mauritania y Argelia, retiene a dos rehenes españoles: Albert Vilalta, de 35 años, y Roque Pascual, de 50, que fueron secuestrados a finales de noviembre.
“Condeno este acto bárbaro, odioso, que acaba de causar una víctima inocente (…) que dedicaba su tiempo a ayudar a la población local”, declaró el presidente francés Nicolas Sarkozy en una intervención televisada, condenando un “asesinato a sangre fría”.
“Su muerte demuestra que estamos ante una gente que no tiene ningún respeto por la vida humana”, añadió el mandatario.
Michel Germaneau estaba comprometido con la acción humanitaria y había partido rumbo a Níger para trabajar en una escuela creada por su ONG, antes de ser secuestrado el 19 de abril. Su suerte quedó sellada el jueves, luego del fracaso de un operativo del ejército mauritano con apoyo de Francia en Mali para rescatarlo.
El mandatario francés justificó el fallido operativo de rescate, estimando que era “un deber” liberar a Germaneau y que la ejecución no estuvo precedida “del menor inicio de diálogo con las autoridades francesas”. Además prometió que el asesinato del rehén no quedará “impune”.
El domingo, el jefe de AQMI, Abu Musab Abdel Wadud, anunció que la organización había “ejecutado” al rehén en una grabación difundida en la cadena de televisión Al Jazira.
“Anunciamos que ejecutamos al rehén francés llamado Michel Germaneau el sábado 24 de julio para vengar a nuestros seis hermanos muertos en la cobarde operación de Francia” junto a las fuerzas mauritanas contra una unidad de Al Qaida, declaró Abu Mussab AbdelWadud.
El sábado, un responsable francés de la cartera de Defensa había anunciado que militares franceses junto a soldados mauritanos participaron el jueves 22 de julio en una operación militar en el desierto de Mali contra un grupo de AQMI, creyendo haber localizado al rehén. Sin embargo, la operación terminó siendo un fracaso: el ingeniero francés no se encontraba en la base atacada.
Siete miembros del grupo terrorista murieron en esta operación mientras que cuatro lograron escaparse, según fuentes mauritanas.
AQMI, que opera en una zona desértica entre Mali, Níger, Mauritania y Argelia, retiene a dos rehenes españoles: Albert Vilalta, de 35 años, y Roque Pascual, de 50, que fueron secuestrados a finales de noviembre.
“Condeno este acto bárbaro, odioso, que acaba de causar una víctima inocente (…) que dedicaba su tiempo a ayudar a la población local”, declaró el presidente francés Nicolas Sarkozy en una intervención televisada, condenando un “asesinato a sangre fría”.
“Su muerte demuestra que estamos ante una gente que no tiene ningún respeto por la vida humana”, añadió el mandatario.
Michel Germaneau estaba comprometido con la acción humanitaria y había partido rumbo a Níger para trabajar en una escuela creada por su ONG, antes de ser secuestrado el 19 de abril. Su suerte quedó sellada el jueves, luego del fracaso de un operativo del ejército mauritano con apoyo de Francia en Mali para rescatarlo.
El mandatario francés justificó el fallido operativo de rescate, estimando que era “un deber” liberar a Germaneau y que la ejecución no estuvo precedida “del menor inicio de diálogo con las autoridades francesas”. Además prometió que el asesinato del rehén no quedará “impune”.
El domingo, el jefe de AQMI, Abu Musab Abdel Wadud, anunció que la organización había “ejecutado” al rehén en una grabación difundida en la cadena de televisión Al Jazira.
“Anunciamos que ejecutamos al rehén francés llamado Michel Germaneau el sábado 24 de julio para vengar a nuestros seis hermanos muertos en la cobarde operación de Francia” junto a las fuerzas mauritanas contra una unidad de Al Qaida, declaró Abu Mussab AbdelWadud.
El sábado, un responsable francés de la cartera de Defensa había anunciado que militares franceses junto a soldados mauritanos participaron el jueves 22 de julio en una operación militar en el desierto de Mali contra un grupo de AQMI, creyendo haber localizado al rehén. Sin embargo, la operación terminó siendo un fracaso: el ingeniero francés no se encontraba en la base atacada.
Siete miembros del grupo terrorista murieron en esta operación mientras que cuatro lograron escaparse, según fuentes mauritanas.
AQMI, que opera en una zona desértica entre Mali, Níger, Mauritania y Argelia, retiene a dos rehenes españoles: Albert Vilalta, de 35 años, y Roque Pascual, de 50, que fueron secuestrados a finales de noviembre.
