El peligroso huracán Earl de categoría 4 se alejaba este martes de las Antillas y Puerto Rico sin causar grandes daños, pero amenaza ahora con sus vientos de 215 km/h a la costa este de Estados Unidos, según informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de EEUU.
Los pronósticos señalan que Earl impactará Estados Unidos a la altura de Carolina del Norte a partir del jueves y marchará hacia el norte. La llegada de Earl a la región interrumpirá posiblemente los planes de muchos viajeros que pensaban disfrutar en la playas al ser festivo el lunes en EEUU.
Pero este huracán no se presta a frivolidades. A su paso destruyó viviendas, arrancó árboles, bloqueó rutas y provocó cortes de energía en Puerto Rico y otras naciones del Caribe, incluidas las islas francesas de Saint Martin y San Bartolomé, donde miles de personas se quedaron sin electricidad. Unas 174.000 personas estaban sin luz en Puerto Rico y 33.000 sin servicios de agua, dijeron las autoridades.
“Fuimos bastante afortunados de no haber recibido un impacto directo del huracán esta vez”, dijo el gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño a la cadena CNN.
En la actual temporada ciclónica del Atlántico que comenzó el pasado 1 de junio y que finaliza el 30 de noviembre ya ha sufrido seis tormentas tropicales y tres huracanes. No en vano, los meteorólogos ya vaticinaron que estos fenómenos tendrán una temporada “muy activa”.
Así la Administración de Océanos y atmósfera estadounidense ha revisado sus pronósticos, aumentando su previsión de 14 a 20 tormentas y de 8 a 12 los huracanes que pueden afectar a la zona antes de diciembre.