Académicos de la U. de Chile lanzan sonda que mide ozono
Un grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile lanzaron la primera sonda que mide el ozono en Santiago. El proyecto permitirá monitorear los niveles de contaminación de la Región Metropolitana, además de estudiar el comportamiento de la capa de ozono.
Viernes 8 de octubre 2010 17:40 hrs.
Un proyecto encabezado por el Centro de Ciencias Ambientales de la Facultad de Ciencias y el Centro Nacional de Medio Ambiente (CENMA) de la Universidad de Chile permitirá medir el nivel de concentración de la capa de ozono en Santiago.
Esta iniciativa implicó una inversión de 200 mil dólares y contó con financiamiento del Estado a través de la CONAMA.
El estudio se realizará mediante el lanzamiento periódico de sondas atadas a globos aerostáticos llevando un dispositivo con radiosensores en miniatura hasta 35 mil metros de altura al menos tres veces por mes durante un año.
En el programa Semáforo de Radio Universidad de Chile el Dr. Rodrgio Seguel, encargado del proyecto de investigación, explicó que el lanzamiento de la primera sonda se realizó en esta época porque justamente en primavera se adelgaza más la capa de ozono: “La atmósfera polar que estuvo durante todo el invierno confinada, empieza a tener un florecimiento de reacciones y se comienza a destruir el ozono. Por eso empezamos ahora, en septiembre, para medir los efectos del adelgazamiento y cómo las moléculas de redistribuyen a tapar ese hoyo”, dijo.
El Jefe de Modelación y Gestión de Calidad del Aire del CENMA afirmó que aunque el área de mayor influencia del agujero en la capa de ozono se encuentra en el sur de Chile, a la altura de Punta Arenas y la Antártica, ello no implica que no tenga efecto en latitudes más centrales.
El investigador advirtió que las moléculas de ozono a nivel de superficie, son altamente contaminantes y que afectan la salud de las personas, especialmente a los niños y ancianos que son más sensibles.
Por esta razón, el proyecto tiene además como objetivo medir la concentración de ozono superficial en la atmosfera de Santiago, específicamente, en Colina: “Si tomas los tres meses de verano, al menos dos veces estamos sobre la norma de ozono a nivel superficial. Con estos globos podemos además estudiar el transporte regional del ozono, tanto horizontal como vertical”, subrayó.
Las sondas permitirán además calcular otras variables meteorológicas como la temperatura, humedad, presión dirección y velocidad del viento.
Escuche la entrevista completa:
Un proyecto encabezado por el Centro de Ciencias Ambientales de la Facultad de Ciencias y el Centro Nacional de Medio Ambiente (CENMA) de la Universidad de Chile permitirá medir el nivel de concentración de la capa de ozono en Santiago.
Esta iniciativa implicó una inversión de 200 mil dólares y contó con financiamiento del Estado a través de la CONAMA.
El estudio se realizará mediante el lanzamiento periódico de sondas atadas a globos aerostáticos llevando un dispositivo con radiosensores en miniatura hasta 35 mil metros de altura al menos tres veces por mes durante un año.
En el programa Semáforo de Radio Universidad de Chile el Dr. Rodrgio Seguel, encargado del proyecto de investigación, explicó que el lanzamiento de la primera sonda se realizó en esta época porque justamente en primavera se adelgaza más la capa de ozono: “La atmósfera polar que estuvo durante todo el invierno confinada, empieza a tener un florecimiento de reacciones y se comienza a destruir el ozono. Por eso empezamos ahora, en septiembre, para medir los efectos del adelgazamiento y cómo las moléculas de redistribuyen a tapar ese hoyo”, dijo.
El Jefe de Modelación y Gestión de Calidad del Aire del CENMA afirmó que aunque el área de mayor influencia del agujero en la capa de ozono se encuentra en el sur de Chile, a la altura de Punta Arenas y la Antártica, ello no implica que no tenga efecto en latitudes más centrales.
El investigador advirtió que las moléculas de ozono a nivel de superficie, son altamente contaminantes y que afectan la salud de las personas, especialmente a los niños y ancianos que son más sensibles.
Por esta razón, el proyecto tiene además como objetivo medir la concentración de ozono superficial en la atmosfera de Santiago, específicamente, en Colina: “Si tomas los tres meses de verano, al menos dos veces estamos sobre la norma de ozono a nivel superficial. Con estos globos podemos además estudiar el transporte regional del ozono, tanto horizontal como vertical”, subrayó.
Las sondas permitirán además calcular otras variables meteorológicas como la temperatura, humedad, presión dirección y velocidad del viento.
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Un proyecto encabezado por el Centro de Ciencias Ambientales de la Facultad de Ciencias y el Centro Nacional de Medio Ambiente (CENMA) de la Universidad de Chile permitirá medir el nivel de concentración de la capa de ozono en Santiago.
Esta iniciativa implicó una inversión de 200 mil dólares y contó con financiamiento del Estado a través de la CONAMA.
El estudio se realizará mediante el lanzamiento periódico de sondas atadas a globos aerostáticos llevando un dispositivo con radiosensores en miniatura hasta 35 mil metros de altura al menos tres veces por mes durante un año.
En el programa Semáforo de Radio Universidad de Chile el Dr. Rodrgio Seguel, encargado del proyecto de investigación, explicó que el lanzamiento de la primera sonda se realizó en esta época porque justamente en primavera se adelgaza más la capa de ozono: “La atmósfera polar que estuvo durante todo el invierno confinada, empieza a tener un florecimiento de reacciones y se comienza a destruir el ozono. Por eso empezamos ahora, en septiembre, para medir los efectos del adelgazamiento y cómo las moléculas de redistribuyen a tapar ese hoyo”, dijo.
El Jefe de Modelación y Gestión de Calidad del Aire del CENMA afirmó que aunque el área de mayor influencia del agujero en la capa de ozono se encuentra en el sur de Chile, a la altura de Punta Arenas y la Antártica, ello no implica que no tenga efecto en latitudes más centrales.
El investigador advirtió que las moléculas de ozono a nivel de superficie, son altamente contaminantes y que afectan la salud de las personas, especialmente a los niños y ancianos que son más sensibles.
Por esta razón, el proyecto tiene además como objetivo medir la concentración de ozono superficial en la atmosfera de Santiago, específicamente, en Colina: “Si tomas los tres meses de verano, al menos dos veces estamos sobre la norma de ozono a nivel superficial. Con estos globos podemos además estudiar el transporte regional del ozono, tanto horizontal como vertical”, subrayó.
Las sondas permitirán además calcular otras variables meteorológicas como la temperatura, humedad, presión dirección y velocidad del viento.
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