¿Rebalsará la solidaridad?

  • 14-10-2010

Este año ha sido muy particular, a través del dolor nos ha dado la posibilidad de conocer más cómo viven las familias chilenas. Su energía y optimismo contrasta con la pequeñez y tacañería de algunos empresarios que estas tragedias han ayudado a desnudar.

¿Contribuirán estos dolores a la construcción de un Chile mejor, más justo, solidario y sensible respecto a las necesidades de la mayoría?

La semana pasada me correspondió participar en un seminario sobre servicios de salud. Vinieron numerosos países a mostrar sus experiencias. Desde Estados Unidos con la reforma de Obama hasta nuestros vecinos latinoamericanos; todos avanzando en modelos de base solidaria, en que los sanos aportan a los enfermos y los jóvenes a los más viejos.

Mostrar la realidad chilena fue incómodo. Señalar que tenemos dos sistemas de salud. Fonasa que se financia con 200 mil pesos por persona al año y las Isapre que lo hacen con 400 mil. Relatar que en la discusión parlamentaria lo único que permitió la derecha fue que hubiera solidaridad entre los más ricos, por los demás tendría que responder el Estado. Explicar que las Isapre además tienen fines de lucro, que no se preocupan por la salud de sus afiliados, que su costo de administración bordea el 14% y que tienen jugosas utilidades. A nuestra sorprendida audiencia no le calzaba esa realidad con la que tenían de Chile, un país que además habían conocido por el terremoto, los mineros y la huelga de hambre de los mapuches.

Creo que ellos tenían  toda la razón de sorprenderse. Con nuestro nivel de desarrollo y el lento avance de la democracia no nos merecemos tener ni menos exhibir esa realidad.

Como señalaba al iniciar el comentario, debemos aprovechar la oportunidad que tuvimos para conocernos mejor y avanzar también en políticas públicas con un sello de justicia social y equidad.

En el campo de salud eso se llama terminar con la diferencia entre Fonasa e Isapre. Un seguro nacional para todos, administrado al margen del gobierno de turno, que privilegie a los más vulnerables, con libertad para atenderse en la red de salud que cada persona quiera.  En ese escenario tal vez no se justifiquen las Isapre y las personas simplemente tengan que inscribirse en una red de atención pública o privada que se preocupará de prevenir y cuidar sus problemas de salud.

El Presidente Piñera ha formado una comisión para proponer soluciones. Ojala prime en ellos este ambiente de reencuentro nacional y no la maximización de las utilidades.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

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