La muerte de dos mujeres atacadas por un grupo de perros al interior de una parcela en Peñaflor puso nuevamente sobre el tapete la necesidad de regular la tenencia responsable de animales. Esta vez, el Gobierno decidió otorgar urgencia a la tramitación del proyecto de ley sobre esta materia, entrampado en el Congreso desde el año pasado, luego que se considerara la eutanasia como una opción para el control de la población canina.
Pero en la sesión del martes en la tarde, los miembros de la comisión de Salud del Senado acordaron excluir del texto la posibilidad de que la autoridad realice esa práctica y podrían dejar el proyecto listo para su votación en sala.
Ante esto, el senador Francisco Chahuán (RN) visitará en la mañana del miércoles, junto a su par Guido Girardi (PPD), al ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, para solicitar el patrocinio del Ejecutivo y garantizar el financiamiento en la implementación de la iniciativa. Luego de la cita, la comisión se reunirá nuevamente durante la tarde y espera despachar el proyecto, para su posterior votación en sala.
Sin embargo, aún hay temas pendientes: “Dicen relación con definir un delito de peligro, particularmente aquellos tenedores responsables de perros. Por otra parte, la necesidad de establecer un cuasi delito de homicidio y cuasi delito de lesiones, por lo menos, cuando con motivo de la tenencia irresponsable de animales, se produzcan lesiones, daños o muerte de terceros”, explicó el senador Chahuán.
El parlamentario oficialista hizo un llamado al Ejecutivo para mantener la urgencia anunciada el lunes por el ministro Hinzpeter, con el fin de lograr su promulgación en el corto plazo.
No obstante, Chahuán admitió que “los temas de tenencia responsable no solo se van a resolver con la ley, sino también por crear una cultura de la tenencia responsable” y enfatizó que “lo importante es contar con los recursos del Ejecutivo para que el proyecto no termine siendo letra muerta”.
“La ley puede corregir cosas, pero no es suficiente”
La idea expresada por el senador de RN encuentra amplia resonancia entre los conocedores del tema, quienes apuntan a cambios más profundos que la simple regulación, relacionados también con los cerca de 220 mil perros callejeros que, se estima, rondan en Santiago.
Según el profesor Santiago Urcelay, decano de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile, la modificación legal “no es suficiente”.
“Son cosas de largo plazo y de conciencia social, no he visto en ninguna parte, de las radios o la TV, que haya culturización de estos temas, la sociedad tiene que hacer un mea culpa. La ley puede ayudar a corregir ciertas cosas, poner ciertos castigos, pero no es suficiente”, explica el académico. “Si esa ley sale y no tiene recursos incorporados, va a ser letra muerta. Si no hay un organismo que esté a cargo, y gente motivada por eso, puede caer en eso”, añade.
Asimismo, el vicepresidente del Colegio Médico Veterinario de Chile, Fernando Álvarez, enfatiza que la ley no tendrá efectos concretos si no se acompaña por procesos educativos: “Para que esta cuestión funcione de verdad, el factor uno es el cambio cultural, de educación sobre esta materia. Porque si no, las leyes son letra muerta, la gente no las comprende ni las cumple. Después viene todo lo que es legislación”, asegura.
Álvarez advierte que “vamos a estar años antes de que la población debidamente educada sobre tenencia responsable entienda la parte básica de eso. Para que entienda por qué si saca a pasear a su perro tiene que llevar una bolsa para las fecas o entienda por qué si es un pitbull o un perro entrenado para defensa tiene que sacarlo con correa y bozal, por ejemplo”.
Por su parte, la organización Chile Animal ha apuntado a la esterilización de los canes como una de las principales medidas necesarias para evitar la proliferación de perros en las calles y episodios como el de Peñaflor.
No obstante, la veterinaria etóloga María José Ubilla, quien asesora a la entidad, señala que “tienen que ser medidas globales, no sacas nada solo con esterilizar, solo recoger perros y meterlos a caniles municipales o solo educar. Tiene que ser todo junto”.
Ubilla explica que la educación sobre tenencia responsable podría contemplar, por ejemplo, “capacitar a médicos veterinarios para que puedan hacer charlas en colegios, en juntas de vecinos, en distintas organizaciones, también a los mismos grupos animalistas. De forma que la tenencia responsable de verdad se lleve a cabo como debe ser”.
Los especialistas coinciden en que la nueva legislación es un avance, pero concluyen que sus efectos concretos serán mínimos si no se producen cambios más profundos ante el tema: “Mientras la sociedad no asuma su responsabilidad y los caminos a tomar, esto va a ser decir ‘oye pero si hay una ley’, y si nadie está con la ley, nadie la apoya ni se ponen los recursos, va a ser letra muerta”, resume el decano Urcelay.