La opositora Aung San Suu Kyi, símbolo de la lucha por la democracia en Myanmar, la antigua Birmania, fue liberada el sábado tras pasar más de 15 de los últimos 21 años encarcelada o privada de libertad en su casa. Las autoridades birmanas han reitrado las barricadas que habían dispuesto frente al domicilio de la premio Nobel de la Paz ante miles de sus seguidores que se hallaban concentrados ante sus puertas y en la sede de su partido en Yangón.
Representantes oficiales ingresaron al domicilio de la opositora, en la calle de la Universidad, en torno a las 17h00 locales (10h30 GMT), para leerle la orden de liberación el mismo día en que terminaba su última condena de 18 meses de arresto domiciliario. “Ahora está en libertad”, indicó un responsable oficial a la agencia AFP, sin identificarse.
Aung San Suu Kyi, de 65 años, se dirigió a sus partidarios tras su liberación y los invitó a trabajar “juntos” por el futuro del país, y a escucharla el domingo a mediodía en la sede de su partido, la Liga Nacional para la Democracia (LND). “Debemos trabajar juntos, unidos”, dijo. “Si quieren escucharme vengan por favor mañana a mediodía a mi oficina” de la LND, añadió.
Su partido, la Liga Nacional para la Democracia (LND), fue disuelto en septiembre, ante las elecciones generales que se celebraron el domingo pasado y para las que pidió el boicot. En 1990 ganó los anteriores comicios, pero los militares se negaron a entregar el poder.
Ayer, el abogado de Suu Kyi advirtió a las autoridades birmanas que la conocida como Mandela de Oriente no aceptaría su liberación si no se garantiza que sea “incondicional”. La LND teme que se le impida ejercer la política o se le restrinjan sus libertades.
La liberación de la opositora se produce así unos días después de las primeras elecciones en 20 años, celebradas el domingo. Los comicios han sido impugnados por Occidente y la oposición, que denunciaron múltiples fraudes.
Un dirigente del partido favorable a la Junta reivindicó más o menos el 80% de los escaños en las futuras asambleas nacionales y regionales. La televisión estatal lo confirmó este miércoles, al atribuirle 48 de los primeros 60 escaños de la Cámara de los Representantes.
El generalísimo Than Shwe ha terminado liberando a Suu Kyi, después de mantenerla alejada de las elecciones. Pero no conviene olvidar que el hombre fuerte de la junta, que detesta a la disidente, ya la liberó dos veces en el pasado antes de volver a encerrarla.
Así ocurrió en mayo de 2009, Suu Kyi estaba a punto de ser liberada cuando un estadounidense consiguió nadar hasta su domicilio de Rangún, ubicado a orillas de un lago. En agosto de ese mismo año, fue condenada a 18 meses de arresto domiciliario suplementarios.
Felicitaciones internacionales
El presidente norteamericano Barack Obama celebró la liberación de la opositora birmana, a la que calificó de su “heroína”, e instó al régimen en el poder en Rangún a dejar en libertad a todos los prisioneros políticos.
“Mientras el régimen birmano ha llegado a niveles extraordinarios para aislar y silenciar a Aung San Suu Kyi, ella ha continuado su valiente lucha por la democracia, la paz y el cambio en Birmania”, dijo Obama en un comunicado.
En esa misma línea se manifestó en otro comunicado el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, advirtiendo que seguirá atentamente las condiciones en que se desarrolle la libertad de la premio Nobel de la Paz.
También recibió palabras de apoyo del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien se congratuló por la liberación de la líder de la oposición de Birmania calificándola de “inspiración” para el mundo, pero dijo, al igual que Obama, que la Junta gobernante debe liberar todos los presos políticos.