Gobierno mantiene suma urgencia a reforma educacional y Concertación advierte falta de tiempo
En la Alianza esperan contar con el apoyo de la Concertación, desde donde advierten que ni siquiera han alcanzado a leer el texto enviado tardíamente por el Ejecutivo y que no se alcanzará a aprobar antes de marzo.
Miércoles 1 de diciembre 2010 9:24 hrs.
La idea del Ejecutivo es que en marzo próximo, el año escolar parta con la puesta en marcha de la reforma anunciada la semana pasada. Esto implica evitar movilizaciones de estudiantes y profesores, que estarán en su período de vacaciones, y para eso comenzó la presión hacia el Parlamento, donde ayer recién se pudo conocer el texto de la reforma.
En ese sentido, el ministro Secretario General de la Presidencia, Cristián Larroulet, indicó que la suma urgencia se mantendrá hasta el final: “Hemos decidido mantener la suma urgencia y conversar con todos los sectores, de tal manera que podamos tener la reforma a partir del 1 de marzo”, dijo.
Desde el oficialismo, los parlamentarios alabaron la medida. El jefe de la bancada de diputados UDI, Patricio Melero, afirmó que “los niños y los profesores no pueden esperar”, haciendo énfasis en algunos puntos del anuncio presidencial tendientes a invertir recursos en los docentes y en los estudiantes de pedagogía. “Espero que podamos acompañar esta decisión con un trámite en el Parlamento rápido y oportuno, para que en marzo podamos tener estas medidas en práctica”, dijo el parlamentario.
Desde la Concertación, sin embargo, son más críticos con la iniciativa. El diputado socialista Carlos Montes advirtió que el proyecto fue enviado tardíamente al Congreso, lo que impidió que los parlamentarios pudieran acceder a su contenido antes de comenzar el debate.
“Esto no es una chacota, no es llegar y echarle para adelante. Todo depende del contenido del proyecto, que el Gobierno le ponga o no suma urgencia, desde mi punto de vista, no es lo más importante. Lo que importa es hacer un buen proyecto. Esta cuestión de echarle para adelante es por el miedo a los profesores y estudiantes”, indicó.
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La idea del Ejecutivo es que en marzo próximo, el año escolar parta con la puesta en marcha de la reforma anunciada la semana pasada. Esto implica evitar movilizaciones de estudiantes y profesores, que estarán en su período de vacaciones, y para eso comenzó la presión hacia el Parlamento, donde ayer recién se pudo conocer el texto de la reforma.
En ese sentido, el ministro Secretario General de la Presidencia, Cristián Larroulet, indicó que la suma urgencia se mantendrá hasta el final: “Hemos decidido mantener la suma urgencia y conversar con todos los sectores, de tal manera que podamos tener la reforma a partir del 1 de marzo”, dijo.
Desde el oficialismo, los parlamentarios alabaron la medida. El jefe de la bancada de diputados UDI, Patricio Melero, afirmó que “los niños y los profesores no pueden esperar”, haciendo énfasis en algunos puntos del anuncio presidencial tendientes a invertir recursos en los docentes y en los estudiantes de pedagogía. “Espero que podamos acompañar esta decisión con un trámite en el Parlamento rápido y oportuno, para que en marzo podamos tener estas medidas en práctica”, dijo el parlamentario.
Desde la Concertación, sin embargo, son más críticos con la iniciativa. El diputado socialista Carlos Montes advirtió que el proyecto fue enviado tardíamente al Congreso, lo que impidió que los parlamentarios pudieran acceder a su contenido antes de comenzar el debate.
“Esto no es una chacota, no es llegar y echarle para adelante. Todo depende del contenido del proyecto, que el Gobierno le ponga o no suma urgencia, desde mi punto de vista, no es lo más importante. Lo que importa es hacer un buen proyecto. Esta cuestión de echarle para adelante es por el miedo a los profesores y estudiantes”, indicó.
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La idea del Ejecutivo es que en marzo próximo, el año escolar parta con la puesta en marcha de la reforma anunciada la semana pasada. Esto implica evitar movilizaciones de estudiantes y profesores, que estarán en su período de vacaciones, y para eso comenzó la presión hacia el Parlamento, donde ayer recién se pudo conocer el texto de la reforma.
En ese sentido, el ministro Secretario General de la Presidencia, Cristián Larroulet, indicó que la suma urgencia se mantendrá hasta el final: “Hemos decidido mantener la suma urgencia y conversar con todos los sectores, de tal manera que podamos tener la reforma a partir del 1 de marzo”, dijo.
Desde el oficialismo, los parlamentarios alabaron la medida. El jefe de la bancada de diputados UDI, Patricio Melero, afirmó que “los niños y los profesores no pueden esperar”, haciendo énfasis en algunos puntos del anuncio presidencial tendientes a invertir recursos en los docentes y en los estudiantes de pedagogía. “Espero que podamos acompañar esta decisión con un trámite en el Parlamento rápido y oportuno, para que en marzo podamos tener estas medidas en práctica”, dijo el parlamentario.
Desde la Concertación, sin embargo, son más críticos con la iniciativa. El diputado socialista Carlos Montes advirtió que el proyecto fue enviado tardíamente al Congreso, lo que impidió que los parlamentarios pudieran acceder a su contenido antes de comenzar el debate.
“Esto no es una chacota, no es llegar y echarle para adelante. Todo depende del contenido del proyecto, que el Gobierno le ponga o no suma urgencia, desde mi punto de vista, no es lo más importante. Lo que importa es hacer un buen proyecto. Esta cuestión de echarle para adelante es por el miedo a los profesores y estudiantes”, indicó.
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