La capital argentina definirá alcalde este domingo en un balotaje entre el candidato de la presidenta Cristina Kirchner, Daniel Filmus, y el actual jefe de gobierno de la ciudad, Mauricio Macri, ganador en primera vuelta y amplio favorito según sondeos.
Macri viene de vencer por 47,1% de los votos contra 27,8% de Filmus en la primera vuelta del 10 de julio y los sondeos le anticipan una nueva victoria al atribuirle el 63,6% de las intenciones de voto, frente al 36,4% del candidato oficialista.
Uno de los líderes de la oposición a nivel nacional, Macri, un ingeniero de 52 años y heredero de un emporio empresarial, resignó su candidatura a la presidencia por el partido de derecha PRO para las generales del 23 de octubre, pero mantiene intactas sus aspiraciones a la primera magistratura en el futuro.
Su proyecto a nivel nacional se vio fortalecido la semana pasada cuando su candidato, el humorista Miguel Del Sel, un recién llegado a la política, obtuvo un sorpresivo segundo lugar en las elecciones a gobernador de la provincia de Santa Fe, cuarto distrito del país y corazón de la producción agrícola ganadera.
De su lado, Filmus, un sociólogo de 56 años y ex ministro de Educación con vasta trayectoria académica, parece condenado a sufrir una nueva derrota en el balotaje.
El candidato kirchnerista ya perdió en una segunda vuelta frente a Macri en 2007, cuando el actual alcalde le propinó un duro revés en las elecciones de la ciudad de Buenos Aires, tradicional bastión antiperonista de 2,9 millones de habitantes.
El kirchnerismo viene de sufrir una fuerte derrota en Santa Fe (centro), donde ganó el candidato del gobernador socialista Hermes Binner, uno de los postulantes a la presidencia para las elecciones de octubre, mientras el candidato de Kirchner fue relegado al tercer lugar.
Si los pronósticos de los sondeos se cumplen, las elecciones en la ciudad de Buenos Aires serán otro golpe para el oficialismo, que tiene aún por delante las elecciones en la provincia de Córdoba, segundo distrito electoral de Argentina, donde el Gobierno ni siquiera presenta candidatos propios y apoya al peronismo disidente.
Pese a todo, los sondeos le atribuyen a Cristina Kirchner una segura victoria en primera vuelta en las elecciones presidenciales, que tendrán previamente comicios primarios generales obligatorios el 14 de agosto para todos los partidos.
Si bien las primarias no dirimen candidatos, ya todos acordados dentro de cada partido, el acto eleccionario servirá para medir la opinión de los 25 millones de argentinos empadronados para votar.
Y, en especial, dará pistas sobre el apoyo que Kirchner recoge en la provincia de Buenos Aires, crucial distrito electoral que concentra el 40% de los empadronados y tradicional bastión peronista.
La capital argentina definirá alcalde este domingo en un balotaje entre el candidato de la presidenta Cristina Kirchner, Daniel Filmus, y el actual jefe de gobierno de la ciudad, Mauricio Macri, ganador en primera vuelta y amplio favorito según sondeos.
Macri viene de vencer por 47,1% de los votos contra 27,8% de Filmus en la primera vuelta del 10 de julio y los sondeos le anticipan una nueva victoria al atribuirle el 63,6% de las intenciones de voto, frente al 36,4% del candidato oficialista.
Uno de los líderes de la oposición a nivel nacional, Macri, un ingeniero de 52 años y heredero de un emporio empresarial, resignó su candidatura a la presidencia por el partido de derecha PRO para las generales del 23 de octubre, pero mantiene intactas sus aspiraciones a la primera magistratura en el futuro.
Su proyecto a nivel nacional se vio fortalecido la semana pasada cuando su candidato, el humorista Miguel Del Sel, un recién llegado a la política, obtuvo un sorpresivo segundo lugar en las elecciones a gobernador de la provincia de Santa Fe, cuarto distrito del país y corazón de la producción agrícola ganadera.
De su lado, Filmus, un sociólogo de 56 años y ex ministro de Educación con vasta trayectoria académica, parece condenado a sufrir una nueva derrota en el balotaje.
El candidato kirchnerista ya perdió en una segunda vuelta frente a Macri en 2007, cuando el actual alcalde le propinó un duro revés en las elecciones de la ciudad de Buenos Aires, tradicional bastión antiperonista de 2,9 millones de habitantes.
El kirchnerismo viene de sufrir una fuerte derrota en Santa Fe (centro), donde ganó el candidato del gobernador socialista Hermes Binner, uno de los postulantes a la presidencia para las elecciones de octubre, mientras el candidato de Kirchner fue relegado al tercer lugar.
Si los pronósticos de los sondeos se cumplen, las elecciones en la ciudad de Buenos Aires serán otro golpe para el oficialismo, que tiene aún por delante las elecciones en la provincia de Córdoba, segundo distrito electoral de Argentina, donde el Gobierno ni siquiera presenta candidatos propios y apoya al peronismo disidente.
Pese a todo, los sondeos le atribuyen a Cristina Kirchner una segura victoria en primera vuelta en las elecciones presidenciales, que tendrán previamente comicios primarios generales obligatorios el 14 de agosto para todos los partidos.
Si bien las primarias no dirimen candidatos, ya todos acordados dentro de cada partido, el acto eleccionario servirá para medir la opinión de los 25 millones de argentinos empadronados para votar.
Y, en especial, dará pistas sobre el apoyo que Kirchner recoge en la provincia de Buenos Aires, crucial distrito electoral que concentra el 40% de los empadronados y tradicional bastión peronista.
La capital argentina definirá alcalde este domingo en un balotaje entre el candidato de la presidenta Cristina Kirchner, Daniel Filmus, y el actual jefe de gobierno de la ciudad, Mauricio Macri, ganador en primera vuelta y amplio favorito según sondeos.
Macri viene de vencer por 47,1% de los votos contra 27,8% de Filmus en la primera vuelta del 10 de julio y los sondeos le anticipan una nueva victoria al atribuirle el 63,6% de las intenciones de voto, frente al 36,4% del candidato oficialista.
Uno de los líderes de la oposición a nivel nacional, Macri, un ingeniero de 52 años y heredero de un emporio empresarial, resignó su candidatura a la presidencia por el partido de derecha PRO para las generales del 23 de octubre, pero mantiene intactas sus aspiraciones a la primera magistratura en el futuro.
Su proyecto a nivel nacional se vio fortalecido la semana pasada cuando su candidato, el humorista Miguel Del Sel, un recién llegado a la política, obtuvo un sorpresivo segundo lugar en las elecciones a gobernador de la provincia de Santa Fe, cuarto distrito del país y corazón de la producción agrícola ganadera.
De su lado, Filmus, un sociólogo de 56 años y ex ministro de Educación con vasta trayectoria académica, parece condenado a sufrir una nueva derrota en el balotaje.
El candidato kirchnerista ya perdió en una segunda vuelta frente a Macri en 2007, cuando el actual alcalde le propinó un duro revés en las elecciones de la ciudad de Buenos Aires, tradicional bastión antiperonista de 2,9 millones de habitantes.
El kirchnerismo viene de sufrir una fuerte derrota en Santa Fe (centro), donde ganó el candidato del gobernador socialista Hermes Binner, uno de los postulantes a la presidencia para las elecciones de octubre, mientras el candidato de Kirchner fue relegado al tercer lugar.
Si los pronósticos de los sondeos se cumplen, las elecciones en la ciudad de Buenos Aires serán otro golpe para el oficialismo, que tiene aún por delante las elecciones en la provincia de Córdoba, segundo distrito electoral de Argentina, donde el Gobierno ni siquiera presenta candidatos propios y apoya al peronismo disidente.
Pese a todo, los sondeos le atribuyen a Cristina Kirchner una segura victoria en primera vuelta en las elecciones presidenciales, que tendrán previamente comicios primarios generales obligatorios el 14 de agosto para todos los partidos.
Si bien las primarias no dirimen candidatos, ya todos acordados dentro de cada partido, el acto eleccionario servirá para medir la opinión de los 25 millones de argentinos empadronados para votar.
Y, en especial, dará pistas sobre el apoyo que Kirchner recoge en la provincia de Buenos Aires, crucial distrito electoral que concentra el 40% de los empadronados y tradicional bastión peronista.
